Comprendo que escribir de cristianismo en la España Católica, apostólica y romana, no atraerá a mis amigos "librepensadores". Leída las intervenciones de Gonzalo Queipo de Llano en Unión Radio Sevilla en 1936, y enterrado en la basílica de la Macarena, creo que merece la ocasión de defender a María la madre de Jesús de Nazaret.

Hay una mala costumbre de entregar a vírgenes de gran devoción, fajines diversos que son signos de logros y méritos militares en batallas cruentas. Cualquier advocación popular luce un fajín de un militar o una vara de mando. Vírgenes guerreras. Las fuerzas de ocupación francesa fueron rechazadas por la intervención de la Virgen del Pilar, madre de Jesús, tiene esa jota que dice no querer ser francesa, sino capitana de las tropas aragonesas.

Y "La Macarena" madre de Jesús, el que fue ejecutado por los intereses políticos-económicos del imperio romano, tiene el fajín de general y la tumba de Queipo de Llano, el que mandó ejecutar a todo rojo detenido para dejar sitio en las cárceles, y dio la orden de violar a las mujeres de los izquierdistas: "Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas"

Maria , que en el Magníficat, Lucas 51-55, dice:"…dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos…" Y Esperanza Macarena llora.

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