EL pasado 21 de febrero comenzaba el Festival de Jerez. Veinticuatro años ya de Festival. Un encuentro internacional que terminó ayer sábado 7 de marzo. El Festival de Jerez ya se prepara con idea de celebrar por todo lo alto su veinticinco aniversario el próximo año. Un Festival valiente en su duración y programación por donde han pasado los nombres y compañías más destacadas del panorama mundial en cada disciplina. Jerez alberga un nivel muy alto, creo que el más alto de todos en este tipo de propuestas. Valiente porque se hace anualmente durante 15 días con una programación intensa y manteniendo el estándar de calidad y variedad.

Ha habido de todo y Jerez ha estado manifiestamente presente. Cuestión que agradecen los sentidos, incluso, el alma de los buenos aficionados locales y procedentes de gran numero de países de todo el mundo, que asisten y demandan el arte de la tierra, el de raíz. A mi modo de entender, los artistas de Jerez podrían estar mas presentes en los elencos de las compañías de baile, es cuestión de adaptarse como lo hacen muchos de ellos, pero el margen de contribución es bajo todavía. ¿Será cuestión de prioridades de cada artista o capacidad de adaptación?

Son muchos los cursillistas y amigos del Festival que ya han aprendido a estinguir (a entender) estos sonidos y esta historia de la cultura flamenca en Jerez. Conocen los códigos y contraseñas para entrar en el mundo del flamenco y saben exigir. Por eso se nota cada día más la evolución del Festival y, tanto en Villamarta como en los demás espacios, hemos podido observar las preferencias y tendencias que sugieren los consumidores de este evento internacional. Consumidores que en sus hábitos de compra mantienen un comportamiento donde la prioridad es la formación y el espectáculo quedando en un plano secundario el consumo de hostelería y otros productos. Vienen a lo que vienen y lo demás es secundario.

En el apartado de espectáculos no se conforman con cualquier cosa y esto hace que se esfuerce la parte programadora y por ende la industria que le rodea. En su amplia mayoría son consumidores de apartamentos turísticos y de supermercados a la hora de la alimentación durante su estancia en Jerez. Hay un segmento que siendo de mayor poder adquisitivo o que no tienen en su agenda tanto curso programado. Estos son los que consumen hostelería y aprovechan para conocer otras ciudades cercanas o bien visitan espacios turísticos como el arqueológico, bodegas u otros museos o espacios de interés dentro de Jerez.

En resumidas cuentas un Festival, que crece cada año a lo alto y no a lo ancho; un Festival que apuesta por la continuidad y el éxito. Que tiene juventud pero sabiduría. Donde acuden todos los programadores más relevantes del sector. Donde vienen a aprender aficionados, cantantes-cantaores, directores, propietarios y alumnos de escuelas, salas y academias de todos los países del mundo. Durante una o dos semanas se programan en sus agendas visitar Jerez para extraer con energía y máxima prioridad todos los conceptos, avances, procedimientos, técnicas y tendencias para después aplicarlas en sus países de origen.

Vienen aquí, al manantial donde fluye la mayor y mejor oferta para actualizar, para resetear el disco durante un año. Es una gran experiencia, reciclaje para ellos y ellas, además de una inversión en formación. Así que estamos en un Festival de Jerez para felicitar una vez más a sus responsables y al pueblo de Jerez que es un gran anfitrión. Un Festival que , a pesar del “coronitavirus” goza de una excelente salud y futuro… y vaya ud condió.