Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

No parece que PSOE, Ganemos y Adelante hayan estado esperando en Jerez a que se formase Gobierno en Madrid entre socialistas y Unidas Podemos para cerrar el acuerdo del presupuesto municipal de 2020. Pero ya es casualidad que estos partidos llevasen meses hablando de las cuentas municipales para este año y haya sido precisamente una semana después de la investidura de Sánchez cuando se haya alcanzado el acuerdo. Serán los efectos de la macropolítica sobre la micropolítica. Pero es que no quedaba otra. Podremos hablar de la ordenanza de las VTC que ha arrancado Adelante al gobierno de Sánchez (Mamen) o de la conversión en pedanía de Cuartillos o de haber dejado a Ganemos participar de lleno en la elaboración del presupuesto. Podríamos haber estado algunas semanas más e incluir un asunto relacionado con las subvenciones a empresas no contaminantes o sobre un impuesto a la venta de chicharrones. Da igual. Al final, como hemos visto en años anteriores, PSOE, Adelante y Ganemos habrían llegado a un acuerdo, cada uno vendiendo las dificultades de la negociación, los esfuerzos de generosidad y toda clase de maquillajes de la película. Los socialistas, al igual que en el mandato pasado, juegan con la ventaja de la aritmética y saben que jamás Adelante y Ganemos les pondrán en situación de perder la Alcaldía en Jerez porque en el otro lado está, ni más ni menos, que el Partido Popular. Además, visto lo visto en Madrid, resulta coherente que en Jerez también se apoyen unos a otros.

Y sí, podrán poner algunos vetos, podrán echar para atrás algunos nombramientos (como el del nuevo director del circuito) y hasta enfadarse mucho con algún concejal por usar o abusar del alquitrán. Pero al final no llegarán al extremo de bloquear un presupuesto, que es la forma de hacer tambalear y censurar a todo gobierno. Independientemente de la influencia que la composición del nuevo Gobierno central tenga, que algo tendrá, es cuestión de estrategia política. Se sostiene un gobierno sin estar en el gobierno, que eso desgasta mucho, sacando algunos réditos a cambio y teniendo claro que con el techo electoral que te toca, a lo más que puedes aspirar es a ser una especie de árbitro. Así que todos contentos en esta parte del tablero municipal.

Ante esta situación, que no va a cambiar al menos en tres años, al PP sólo le queda, además de enfadarse mucho, ejercer una oposición constructiva y leal si quiere volver al poder. Tiene a su favor, eso sí, que gobierna en la Junta de Andalucía desde hace poco más de un año. Socialistas y populares han cambiado sus papeles en la histórica lucha frontal entre Ayuntamiento y Gobierno autonómico. Ahora toca pelearse por el Centro del Motor, por el Museo del Flamenco y por la Sanidad. De propina, el aeropuerto, pista de salida y llegada de reproches mutuos. Habrá más ejemplos, nos tememos. Y reviviremos etapas pasadas en las que ese enfrentamiento hizo mucho daño a la ciudad. Al PSOE y sus 'socios no socios', igual que al PP con el gobierno local, hay que exigirles una oposición leal con la Junta, donde los populares y Cs estarán al menos tres años. ¿Lealtad institucional? Siempre, para todos y en todos los sentidos.

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