Cofradías

Buena acogida de los primeros cultos entre los cofrades

  • Muchos hermanos y cofrades en general acudieron a las primeras citas de los quinarios

Un rosario sujetado por un nazareno de la Misión Redentora.

Un rosario sujetado por un nazareno de la Misión Redentora. / Manuel Aranda (Jerez)

A pesar de estar viviendo una Cuaresma fuera de lo acostumbrado o tradicional, las hermandades intentan en la medida de sus necesidades cumplir con lo que estatutariamente mandan sus reglas: ofrecer culto divino a sus imágenes titulares.

Y así está siendo desde el arranque de la Cuaresma con la jornada del Miércoles de Ceniza. Unos quinarios que se están celebrando en las hermandades de la Misión Redentora del barrio de Picadueñas, en la basílica de la Merced Coronada con la hermandad del Transporte, la hermandad de Santa Marta en su capilla en la plaza de San Mateo y la hermandad de la Vera Cruz en San Juan de los Caballeros. Hermandades que se encuentran o bien intramuros o muy cercanas al centro histórico de la ciudad.

Las restricciones no han sido, a priori, un obstáculo para que muchos cofrades acudieran a sus cultos en la jornada de ayer. En la basílica de la Merced eran muchos los hermanos del Transporte los que se daban cita en un quinario donde se ha colocado a un San Juan en el altar de cultos. Imagen que ha sido cedida por la de la Oración en el Huerto. Muchos devotos del ‘Discípulo Amado’ en el convento de Santo Domingo echarán de menos a la imagen estos días.

En la hermandad de Santa Marta, su hermana Mayor, Marta del Patrocinio Marín, comentaba que “todos los asientos dispuestos para los hermanos se han ocupado. A pesar de estar en una pequeña capilla y de tener las restricciones, los hermanos están viniendo al quinario”, afirmaba a este medio.

Igualmente viene ocurriendo en la hermandad de la Vera Cruz en la que San Juan tuvo un buen número de hermanos y la parroquia del Corpus Christi, donde se están desarrollando los cultos de la cofradía de la Misión Redentora.

Las Llagas

La hermandad de las Cinco Llagas ha sido la única, en principio, en suspender o aplazar sus cultos. En una nota emitida por la hermandad se sostenía que antes de la Semana Santa se intentaría celebrar el quinario dedicado a Nuestro Padre Jesús de la Via-Crucis y María Santísima de la Esperanza. Sin embargo, siendo San Francisco un templo amplio donde es más fácil poder guardar las distancias físicas, la cofradía del ‘Silencio Blanco’ ha preferido aplazar —en el caso de celebrarlos en próximas fechas—o directamente suspenderlos. Estos cultos debieron de haberse celebrado el pasado martes día 26 de enero. Las funciones de veneración del Señor y la Virgen de la Esperanza, sí se llevaran a cabo pero en la jornada del próximo Jueves Santo.

La próxima semana, proseguirán más hermandades con sus cultos de Cuaresma. Sin duda que la pandemia lo está haciendo todo más complicado, pero no imposible.

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