Cofradías

La Virgen del Socorro: La Dolorosa más antigua de la Semana Mayor

  • Data del siglo XVI y fue modelada para recibir culto en la antigua iglesia de San Ildefonso

  • Se desconoce la autoría de esta bella imagen de María

La Virgen del Socorro vestida de hebrera en la Catedral jerezana.

La Virgen del Socorro vestida de hebrera en la Catedral jerezana. / Manuel Aranda (Jerez de la Frontera)

La práctica totalidad de las Dolorosas que procesionan con más de un siglo en la Semana Santa de Jerez tienen su origen en el siglo XVIII. Joyas de la imaginería como la Piedad, la Virgen de los Remedios, el Mayor Dolor, el Desconsuelo, El Traspaso o la Amargura, las Angustias, la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción o Paz y Concordia, Confortación, la Virgen de los Dolores o la Esperanza de la Yedra junto con la Virgen del Valle.

Históricamente, la imagen de Nuestra Señora que sale bajo palio siendo la más antigua de la Semana Santa, es la Virgen del Socorro. Una obra de gran calidad estilística en cuanto a su hechura y que se ideó como de Gloria. La transformación a Dolorosa se lleva a cabo una vez fundada la hermandad de la Viga en la Catedral. En los años setenta del pasado siglo.  

Todo hace indicar que la Virgen del Socorro fue concebida bajo la advocación de Encarnación. En un artículo publicado por el historiador del arte Jesús Caballero Ragel en la Revista Trivium en el año 1996 bajo el título de ‘Notas sobre cuatro esculturas existentes en Jerez de la Frontera’ se narra que en un documento notarial de 1623, los frailes agustinos que deciden trasladarse al antiguo hospital de El Pilar en la zona actual de la calle de San Agustín se comprometen a “poner nuevas capillas que se han de edificar en la nueva iglesia, los escudos de armas de los caballeros Dávila y Ponce de León, en reconocimiento al patronazgo que tiene dichas familias y las ayudas prestadas por miembros de estos linajes al convento agustino de Nuestra Señora de Guía”. La antigua ermita era la sede de la comunidad agustina. Lugar donde la familia Dávila dona la imagen de la Virgen de la Encarnación para presidir dicho templo toda vez que desde finales del siglo XV, o principios del XVI, existía una pintura hecha en tabla bajo la advocación de Nuestra Señora de Guía que dificultaba la posibilidad de procesionar con ella. Se trataba ya de la imagen de la que posteriormente sería la Virgen del Socorro que con anterioridad se encontraba en la citada iglesia de San Ildefonso que se construye bajo el patronazgo de la familia Dávila y que tuvo que ser retirada de dicho templo al declararse, muy posiblemente, algún tipo de ruina estructural. Gracias al hallazgo hecho por Caballero Ragel del protocolo notarial, los señores Gerónimo Dávila y su hermano Martín Dávila son los que donan esta imagen a los padres agustinos. Todo ello se deja entrever como consecuencia de un litigio llevado a cabo por la orden agustina y el clero de San Miguel una vez decidida la construcción del cenobio a pocos metros de la iglesia parroquial y, por otro lado, con la misma familia Dávila que entregó la imagen para recibir culto en la ermita de Guía y no en el nuevo convento del antiguo hospital del Pilar. Por parte de los agustinos, permiten colocar los blasones de las familias mecenas junto al altar mayor de la iglesia donde estaría ubicada la imagen de Nuestra Señora. La advocación de Encarnación pasa pronto a ser la de Socorro tras convertirse en una imagen de gran calado y devoción popular en el pueblo de Jerez. Una imagen dulce a la que se le atribuye muchos milagros que después se narrarían en forma de leyendas y que forman parte del acervo popular. Es por esta razón por la que, en 1610, el Consistorio jerezano decide hacerla Patrona de la ciudad de Jerez, conservando a día de hoy el co-patronazgo junto con la Virgen de Consolación y Nuestra Señora de la Merced Coronada.

En San Agustín recibió culto la imagen del Socorro hasta que en 1919 se decide cerrar dicho cenobio por parte de los padres agustinos y así es como esta imagen de Gloria es trasladada hasta la Catedral. En el año 1947, y tras fundarse la hermandad de la Viga, se decide adoptar esta imagen como Dolorosa y titular de la corporación nazarena bajo su misma advocación.

Por su parte, el historiador Antonio de la Rosa Mateos, narra en su magnífico libro sobre la ‘Imaginería Procesional de la Semana Santa de Jerez’ que la imagen salió por primera vez en el año 1975 bajo palio. En 2008 fue restaurada por los talleres ‘Astarté’ de Rota.

Por último, hacer mención que fue Francisco Pinto Berraquero quien le sustituyó las manos en el año 1971 junto con Manuel Prieto. Se trató de una intervención en la que se le añadieron pestañas, lágrimas y una veladura con una suave pátina de óleo. El 2 de octubre de 2010 se le fue concedida la ‘Medalla de Oro de la Ciudad’ en el transcurso de una procesión extraordinaria.

Cada tarde del Lunes Santo, los cofrades de la Viga sacan en procesión a esta bellísima imagen de claras líneas juveniles. Una joya de la imaginería que acompaña a otra gran imagen, posiblemente la más antigua que procesiona también pero a nivel de Andalucía: el Santísimo Cristo de la Viga. Una tarde cofrade que narra buena parte de la historia de la ciudad a través de estas magníficas imágenes con gran devoción en Jerez.

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