"El motivo que me han dado para mi destitución es el cambio de dueños"
El técnico navarro reconoce que tiene parte de culpa en la trayectoria del equipo, pero también lamenta que el club no fuera "más agresivo o valiente en la apuesta" y denuncia la falta de medios
José Ángel Ziganda ofreció ayer una rueda de prensa en la que explicó los motivos de su destitución. El técnico desveló que todo se debe al "cambio de dueños" que se producirá de forma inminente. Además, reconoció que el club acumula errores desde el pasado mes de agosto en la confección del equipo y califica al club xerecista como "peculiar".
-¿Le han explicado el motivo de su destitución?
-Me han dicho que hay un cambio de dueños y han decidido prescindir de la dirección deportiva del primer equipo. Se entiende porque cuando hay cambios de dueños hay cambios en todos los sentidos. Estamos tristes, pero se acepta.
-¿Ha tenido algo que ver en esta decisión el hecho de haber alineado contra el Valencia a Míchel?
-No lo creo y no le doy la menor importancia. Juega el que tiene que jugar y no le doy más vueltas. Cuando un futbolista no juega es porque yo lo digo y si juega es porque Mario necesitaba un descanso y Míchel estaba entrenando bien. Antoñito lo hace muy bien en la segunda parte. Míchel estaba limpio de cabeza y era un recurso más porque teníamos problemas ante el gol. Siempre lo hago según me dicta la conciencia.
-¿Qué relación ha mantenido con Miguel Ángel Rondán en los últimos tiempos?
-Mi relación con él es correcta, sin problemas. Me voy a ir de aquí sin rencor para nadie. Me han dado la ocasión de seguir en Primera y la pena es que no nos ha salido bien. Nosotros nos vamos, pero la entidad queda y el verdadero patrimonio son los socios, que son los que sufren.
-¿Realmente se veía con fuerzas para darle un vuelco a la situación actual, de haber continuado?
-Estábamos esperando un golpe de confianza, de moral, de fortuna, para ver si terminábamos de arrancar. Al final en Santander no conseguimos nada, ni en Almería. El equipo no estaba fuerte de moral, pero sí de actitud. Queríamos arrancar con algo positivo para ir hacia arriba. La esperanza es lo último que se pierde. El lunes dijimos a los jugadores que había que ganar en Zaragoza como fuera, saliendo con la misma actitud del día de Almería.
-¿Dónde ha podido estar el fallo para llegar hasta esta situación?
-Lo que está claro es que la competición exige mucho y no tiene nada que ver Segunda B con Segunda A ni Segunda A con Primera. Es un salto abismal. Es difícil y no hay ningún club que esté con tantos cedidos, ni con 14 jugadores en el mes de agosto. No hay agilidad ni celeridad para acometer lo que necesitamos para competir con gente que va a ser campeón del mundo. Es una dificultad muy grande y un hándicap no para mí, sino para el club.
-¿Se considera culpable como para dejar su puesto en este momento?
-Tengo la culpa relativa. Yo no soy conformista. El mayor interesado de que salga bien soy yo. Uno cree que las cosas van a salir según lo previsto. Yo me fío de todo el mundo. Cuando vine la idea era otra. El club, por la ley concursal o demás, necesita más agilidad para acometer las cosas. Si no, es muy difícil. Había que hacer cambios y ahí sí que nos ha costado reaccionar. Al final es la pescadilla que se muerde la cola. Experiencias de años anteriores salieron bien, pero Primera no tiene nada que ver.
-¿Podrá su sustituto sacar más partido a la plantilla?
-En cuanto a resultados puede que sí, porque yo no tengo queja de la disposición desde el primer día. No tengo queja del equipo. Quitando dos o tres partidos, como Tenerife, Atlético o Getafe siempre hemos competido, aunque los resultados no se sustentan por ningún lado. Por qué no va a cambiar una idea y va a entrar la primera ocasión que tengas o de cuatro entra una. Se puede competir y no envidiar en juego a ocho o diez de Primera. Por qué no va a jugar contra Osasuna como contra el Sporting y si lo hace así puede ganar.
-¿Se marcha decepcionado?
-Decepcionado no me voy, no es la palabra. La pena es que era un año de mucha ilusión y nos ha faltado ser más agresivos o valientes en la apuesta. Con algo así estaríamos en una situación mejor. La estructura es muy complicada, es difícil trabajar con tan pocos medios, con tanto cedido. Yo no he tragado con nada, esperaba que la última semana de agosto lleguen jugadores que marquen la diferencia. Al final no lo encontrábamos o no vinieron. Hemos ido a por jugadores que han preferido irse a Segunda. Desde el 27 de diciembre no hemos entrenado en un campo en condiciones. Entrenar hasta el tobillo de barro no es de Primera. No hemos encontrado en toda la provincia un campo para entrenar.
-¿Qué opina del ambiente de fútbol de la ciudad?
-Hay un clima social, deportivo y político de demasiada tensión. Hasta que eso no se arregle no podrá tener un proyecto sólido. Es un club muy peculiar.
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