De la desesperación a la esperanza en poco tiempo. El Xerez volvió a mostrar su peor y su menor en un mismo encuentro. Pasó de ser un espectro como en Tenerife a un conjunto con fe y confianza como en la primera jornada de Liga ante el Mallorca.

La afición, ilusionada con la Copa, no daba crédito a lo que estaba sucediendo en Chapín superados los primeros veinte minutos. 0-2 ante un Osasuna que debió pensar que nunca más iba a encontrar a un rival tan fácil...

Sólo Orellana levantaba los ánimos de una hinchada que animó por momentos, muy tocada por la derrota. A la media hora, Momo se llevó los primeros pitos, mientras que Antoñito, al que el técnico le dio una oportunidad, se perdía en una zona de nadie y sin aparecer. Vamos, que el Romario del Polígono no tuvo su mejor noche ni mucho menos.

Con 0-2 y después de oírse en Chapín un nuevo cántico contra el consejero delegado, esta vez sonó 'Morales, quédate, quédate sin respiración', Mateu Lahoz señaló el camino de vestuarios, camino que emprendieron jugadores y técnicos con caras de circunstancias y bajo una pitada más que importante.

Pero el descanso, vino bien al equipo y de Cuco, que debió salir del nido y debió ponerle las pilas a unos jugadores totalmente perdidos sobre el terreno de juego. La actitud fue otra, la intensidad, también y el gol podía llegar para animar una desangelada noche.

Y llegó. 'Maldogol' llevó la felicidad a una grada con muchas ganas de llevarse una alegría...

Camacho, recostado sobre su banquillo, ya no estaba tan suelto como en la primera parte, mientras Ziganda aguantaba el chaparrón en su banquillo confiando en al menos la igualada.

Pero como nunca llueve a gusto de todos, la media satisfacción del técnico no fue completa. Cuando decidió mover banquillo, optó por cambiar a un cansado Orellana pensando en el partido ante el Sevilla y la grada se lo recriminó mandándole al mismo sitio que a Chaparro en su día, al c...

Camuñas se llevó la ovación de la noche por parte de una grada que no le olvida y al final, intercambio de saludos, abrazos y la eliminatoria complicada pero no perdida...