El Novo Gazul-Xerez Deportivo FC, choque correspondiente a la 21ª jornada de la Segunda Provincial que debía disputarse ayer en el campo municipal El Prao de Alcalá de los Gazules, fue aplazado debido a las condiciones del terreno de juego, impracticable a causa del temporal de viento y lluvia que no cesó durante toda la jornada de ayer y que dejó el campo prácticamente anegado.

En principio ambos clubes se han puesto de acuerdo en disputar el partido el viernes 28 de febrero, festividad del Día de Andalucía, a las 16:00 horas, tal y como el árbitro reflejó en el acta del encuentro de ayer y ahora sólo queda que la Federación Gaditana dé el visto bueno.

Pero el aplazamiento -no suspensión porque el partido no llegó a iniciarse- tuvo suspense y no fue hasta la misma hora del inicio del partido, las cuatro y media de la tarde, cuando Caucelo Mora, árbitro de Cádiz, decretó el aplazamiento del partido, y eso que mucho antes los dos equipos ya se habían mostrado a favor de jugar otro día viendo las condiciones del campo.

En efecto, tras un primer examen al terreno de juego -de césped artificial pero sin el drenaje necesario para evacuar la cantidad de agua que caía-, el árbitro decidió prolongar la espera y tomar una determinación a la hora fijada para el comienzo del encuentro, con lo que los futbolistas de ambos conjuntos tuvieron que vestirse de corto por si Caucelo Mora finalmente decidiese que el partido tenía que comenzar.

El interés del árbitro en apurar las opciones de que se disputase el partido podría obedecer a cuestiones económicas, porque hubo directivos que comentaron que si el choque no comenzaba no cobraba el arbitraje sino sólo la dieta de desplazamiento, y en caso de empezar el partido, aunque luego lo suspendiera al minuto, sí que cobraría el recibo arbitral, 105 euros a cada equipo.

Los titulares del Novo Gazul incluso salieron al campo a calentar, pero todo quedó en un intento porque el campo estaba impracticable y la lluvia y el viento lo hacían más incómodo todavía, por lo que fue un visto y no visto y se retiraron al vestuario.

A las cuatro y media de la tarde Caucelo Mora volvió al terreno de juego, donde en las esquinas no rodaba el balón y había zonas en las que había charcos de media cuarta; al final imperó la lógica y el árbitro decretó la suspensión del partido.