EMILIA PARDO BAZÁN | CENTENARIO

'Los pazos de Ulloa', la aldea global de la literatura española

  • Hoy se cumplen cien años de la muerte de Emilia Pardo Bazán, que ambientó su novela crucial en la revolución que vivió como escritora e hija de diputado

Victoria Abril como Nucha, la protagonista de 'Los Pazos de Ulloa', en la serie de Gonzalo Suárez.

Victoria Abril como Nucha, la protagonista de 'Los Pazos de Ulloa', en la serie de Gonzalo Suárez.

Hoy se cumplen cien años de la muerte de Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 16 de septiembre de 1851- Madrid, 12 de mayo de 1921), pero Los Pazos de Ulloa, que apareció en 1886, es una novela que al margen de sus indudables valores literarios -detrás está la viajera incansable, la lectora de Zola, Dickens y Walter Scott- goza de una vigencia poderosísima. "Entró allí cierta hechicera más poderosa que la señora María la Sabia: la política, si tal nombre merece el enredijo de intrigas y miserias que en las aldeas lo recibe… Las ideas no entran en juego, sino solamente las personas y en el terreno más mezquino: rencores, odios, rencillas, lucro miserable, vanidad microbiológica. Un combate naval en una charca".

Tenía 16 años cuando contrajo matrimonio con José Quiroga, de 19, aunque el gran amor de su vida, el objeto de una correspondencia tan famosa como su obra literaria, fue Benito Pérez Galdós, que murió un año antes que ella. El matrimonio se traslada a Madrid cuando el padre de la escritora es elegido diputado tras la Revolución Gloriosa de 1868. Prim es uno de los pocos nombres propios de políticos que aparece en una novela donde la revolución, germen de una terrible campaña electoral entre dos caciques, Rampeta y Barbacana, es un protagonista colectivo, ambiental y moral de la trama. Leyéndola, ¿estamos en el último tercio del siglo XIX o en el primero del siglo XXI? "Si unas elecciones durasen mucho acabarían con quien las maneja, a puro cansancio, molimiento y tensión del cuerpo y del espíritu, pues los odios enconados, la perpetua sospecha de traición, las ardientes promesas, las amenazas, las murmuraciones, las correrías y cartas incesantes, los mensajes, las intrigas, la falta de sueño, las comidas sin orden, componen una existencia vertiginosa e inaguantable".

El resultado de esas elecciones desencadena el trágico final de los acontecimientos.

Considerada uno de los nombres fundamentales del naturalismo, en esta novela hay elementos de lo que décadas más tarde y allende el océano se conoció como el realismo mágico. Pero con un humor propio de quien creció en la tierra donde después escribirían Cunqueiro, Cela o Torrente Ballester.

Julián, el curita protagonista de la novela, el joven capellán con latines pero sin arrestos ("ahora se estila ordenar mequetrefes") que llega a los pazos de Ulloa, es un sacerdote de una enjundia literaria como el cura de La Regenta. La novela termina en el cementerio de Cebre, topónimo imaginario al que algunos personajes llegan desde Santiago de Compostela, esta ciudad sí es retratada en todo su esplendor cultural, universitario y catedralicio de urbe con posibles. "Compostela es un pueblo en que nadie quiere pasar por ignorante".

El marqués titular de los pazos de Ulloa era nieto de un afrancesado lector de Voltaire. Viaja a Santiago para elegir esposa entre una retahíla de primas y en lugar del amor opta por el interés, error que pagaría muy caro al final. Nucha es el apodo de Marcelina, una chica candidata al convento que terminó convertida en mujer del marqués, una madame Bovary asustadiza y endeble, que tiene que recurrir a una nodriza aldeana para amamantar a la niña que tuvo con el marqués. Una "vaca humana" la denomina Emilia Pardo Bazán, a la que no le duelen prendas pese a que es considerada una de las pioneras del feminismo.

Cuando va a dar a luz, acude de la aldea un médico trabucaire que no se separa de su botella de ron y su habano y recuerda al ginecólogo borracho que viajaba en la diligencia que dio nombre a la película de John Ford. El marqués tuvo un hijo bastardo con la hija de Primitivo, su mayordomo (personajes que parecen precursores del mundo que retrataba Borau en Furtivos), y una hija biológica con la esposa equivocada. El cura vuelve al final a los pazos y en el cementerio hace recuento de las bajas de esta historia atormentada no exenta de humor negro.

La gran habilidad de Emilia Pardo Bazán es que no mete la Historia con calzador, "la Marina se había sublevado, echando del trono a la reina, y ésta se encontraba ya en Francia", la utiliza para poner al lector en perspectiva, pero sin eclipsar nunca el devenir de la trama. Un alegato literario contra esa plaga del marketing llamada novela histórica tan inconsistente como la memoria histórica.

La naturaleza juega un papel esencial en 'Los Pazos de Ulloa'. La naturaleza juega un papel esencial en 'Los Pazos de Ulloa'.

La naturaleza juega un papel esencial en 'Los Pazos de Ulloa'.

Los Pazos de Ulloa es una novela con unas elecciones en las que hay tránsfugas, caceroladas, hasta una navaja amenazante. En la obra ya aparece el tándem libertad-tabernas tan actual. "También allí se politiqueaba. En las tabernas de Cebre, el día de la feria, se oía hablar de libertad de cultos, de derechos individuales, de abolición de quintas, de federación, de plebiscitos".

Emilia Pardo Bazán tuvo tres hijos: un varón, Jaime, y dos hembras, Carmen y María de las Nieves. En la descripción precisa, emotiva de la recién nacida, la hija del marqués y Nucha, está la escritora y la madre, que retrata a un bebé que adopta posturas "de ángel de Murillo" y se expresa "con las onomatopeyas, que según ciertos filósofos, fueron base del lenguaje primitivo".

Hay dos pazos en la historia de la escritora gallega, los de Ulloa en los que transcurre esta historia de final infeliz, y el pazo de Meirás que hizo construir en 1893. La familia Franco se lo apropió y sus adversarios en la guerra asesinaron al hijo de la escritora y a su nieto en Paracuellos del Jarama. Las dos Españas del poema de Machado. Lo dice Emilia Pardo Bazán en la novela: "… se destacó un clamor que en España siempre tiene mucho de trágico: un muera". 

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