El uruguayo Canobbio se convirtió ayer en el revulsivo de la remontada del Real Valladolid (3-2) ante un Sevilla diezmado, con diez jugadores desde el minuto 34.
El partido tuvo un inicio frenético. En un contraataque, con el Real Valladolid volcado arriba, como llegó el gol del sevillista Renato. El Sevilla estaba decidió a cerrar el partido por la vía rápida, y fue Maresca, con un potente disparo, quien ponía más tierra de por medio.
Pero la expulsión de Luis Fabiano, al simular un penalti, dio la vuelta al partido. Sesma, antes del descanso, y la salida desde el banquillo de Cannobio, con dos tantos, cambiaron el signo de un encuentro con color sevillista.
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