Jerez

Jerez no es Pinos Puente

  • En el cementerio hay curiosas y emotivas maneras de recordar a los seres queridos

El pasado 8 de diciembre muchas miradas se dirigieron al cementerio de Pinos Puente, en Granada. Una estatua a tamaño real de uno de sus vecinos fallecido recientemente atrajo la atención de todos. No es para menos. No es una estatua común, sino que la imagen de este pinero se ha esculpido en piedra con la cazadora de cuero que solía llevar, sus zapatillas preferidas, su anorak... El paquete de tabaco, el mechero, la cartera y los dos móviles que el difunto solía tener siempre cerca. Todo junto con su cadena, su reloj y sus anillos de oro. ¿Hay algo así en Jerez?

No. En el cementerio de Jerez no hay despedidas tan llamativas, pero sí que se pueden encontrar curiosas y emotivas formas de recordar a los que ya no están.

Hay familias que han colocado pequeños 'altares' frente a los nichos de sus difuntos. Zonas acotadas y bien cuidadas que guardan recuerdos, como figuras de animales (de hasta un gallo) y religiosas, plantas y en los casos en los que se recuerdan a niños o bebés, también hay juguetes y peluches.

Escudos de los equipos de fútbol o de algún cómic, gafas de sol como las que solía llevar la persona fallecida e incluso poemas también acompañan a los familiares que ya no están. Una emotiva carta de despedida de un hijo junto a la fotografía del padre o bonitas palabras grabadas en la lápida "de un ángel que nació para estar con nosotros, amando y queriendo a la familia como nadie", son letras que remueven corazones en el cementerio jerezano.

Padres que "quieren hasta el infinito y más allá" a su pequeño o una familia que recuerda a su difunto como "un hombre bueno y luchador, un héroe al que su familia y amigos amarán por siempre", son también algunas despedidas que se leen en el camposanto. E incluso se han quedado grabadas hasta palabras del propio Alejandro Sanz en la lápida de La Chati: “Hoy Jerez no es Jerez sin mi Manuela”, reza.

Esto es una pequeña muestra de lo que se ve en La Merced, pero a diario las familias piden enterrar a sus allegados con objetos personales. Profesionales del sector apuntan que son muchos rocieros los que se han ido con su sombrero, medallas e incluso vestido con el traje de la romería. También hay quien ha pedido que se incluya a su perro en la grabación de la lápida por su amor a la mascota o que le metan dinero en los bolsillos, "porque siempre le gustaba llevar algo de suelto encima".

Tampoco es raro pedir que le pongan los zapatos, "porque para muchos el no tenerlos supone que 'volverá' a por un familiar. Así que van calzados".

Despedir a alguien querido nunca es fácil, y hay quien no duda en intentar que allí donde está su cuerpo sea un lugar más personal, más cuidado. Durante estos días las flores inundan el camposanto ante la reciente celebración del Día de los Difuntos, convirtiendo este lugar de despedida en un campo de colores, desde el respeto, el cariño y el amor de las familias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios