El cuarto de muestras

El rebusco

La clara de huevo servía para limpiar el vino de las botas.
La clara de huevo servía para limpiar el vino de las botas.
José Luis Jiménez

04 de agosto 2025 - 04:00

El pasado mes de mayo, el Museo del Enganche acogió la presentación de 'Cuarto de muestras', una obra colectiva en la que quince autores y autoras han volcado sus reflexiones, recuerdos y visiones en torno al vino de Jerez. Coordinada por Lorenzo Díez, la publicación cuenta con las firmas de nombres ilustres como Beltrán Domecq, Begoña García González-Gordon, Javier Hidalgo y Fátima Ruiz de Lassaletta, entre otros.

Portada del libro Cuarto de muestras.
Portada del libro Cuarto de muestras.

Este sugerente título nos invita a rebuscar en ese imaginario sentimental que a menudo queda arrumbado en algún trastero de la memoria. Nos brinda la ocasión de recuperar historias apenas esbozadas, olvidos entrañables y referencias que merecen nueva luz.

Uno de esos ecos dormidos nos lleva a la novela 'La bodega', escrita por Vicente Blasco Ibáñez en 1905, donde el autor valenciano —con mirada crítica— retrata el 'cuarto de muestras' de las ficticias bodegas Dupont, trasunto literario de Domecq, aunque en realidad fue el de González Byass el que conoció en el verano de 1904. Aún se conserva la bota firmada por el novelista. En palabras de uno de sus personajes, Montenegro, aquel espacio era “la biblioteca de la casa”, y así lo describe Blasco:

“En el fondo de la bodega de embarque estaba el cuarto de las referencias (…) una anaquelería con puertas de cristales guardaba alineados, en compactas filas, miles y miles de pequeños frascos, cuidadosamente tapados, cada uno con su etiqueta, en la que se consignaba una fecha. Esta acumulación de botellas era como la historia de los negocios de la casa. Cada frasco guardaba la muestra de un envío, la referencia de un líquido fabricado con arreglo al deseo del consumidor.”

Aprovechamos esta evocación para traer también al presente otra huella curiosa del jerez en la gastronomía: la Brown Windsor Soup, clásica receta inglesa aderezada con nuestro vino. Surgida en las cocinas reales del Reino Unido, esta sopa —estrechamente asociada a los periodos victoriano y eduardiano— representaba la elegancia y el refinamiento de la mesa británica de los siglos XVIII y XIX. Si bien con el tiempo pasó a ser motivo de ironía culinaria, hoy en día es reivindicada por chefs británicos contemporáneos que buscan reinterpretar sus sabores con dignidad y acento moderno. Cuando se elabora con esmero, resulta sabrosa, reconfortante y profundamente evocadora.

La bota de González Byass firmada por Emilio Castelar en 1891.
La bota de González Byass firmada por Emilio Castelar en 1891.

Y no podemos dejar en el olvido la visita a Jerez del insigne político gaditano Emilio Castelar, acaecida a finales de diciembre de 1891. El diario El Guadalete, en su edición del 24 de diciembre, recogía con detalle la presencia del orador republicano, quien no quiso marcharse sin conocer de primera mano las bodegas de González Byass. Allí también estampó su firma en una bota, testimonio de una época en la que el jerez era punto de encuentro entre el pensamiento, la política y el arte de vivir. Su imagen, además, fue reproducida en la etiqueta de una quina elaborada por una bodega jerezana.

El escritor Jacinto Benavente promociona los vinos de Domecq.
El escritor Jacinto Benavente promociona los vinos de Domecq.

Publicidad

En el desarrollo de sus campañas nacionales, las bodegas jerezanas recurrieron a destacadas agencias de publicidad radicadas en Madrid y Barcelona, firmando contratos significativos que contribuyeron a consolidar la imagen de sus marcas a nivel nacional. Un ejemplo emblemático es el de Bodegas Domecq, que contó con la agencia Gisbert, logrando el respaldo de figuras de renombre. Entre ellas, el premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente, quien no dudó en afirmar: “La marca Domecq es sinónimo de insuperable”.

Anuncio de Lepe y J. del Barco, años `50.
Anuncio de Lepe y J. del Barco, años `50.
Acto de inauguración de la agencia Publixérez.
Acto de inauguración de la agencia Publixérez.

En el ámbito local, el talento no fue menos relevante. Durante los años cincuenta surgieron agencias como Lepe y J. del Barco, especialistas en decorar espejos, y especialmente Publixérez, nacida de la unión de dos emprendedores, Javier González Quijano y Luis Carvajal Medicuti, bajo la firma QVICAR. Esta agencia tuvo varias sedes a lo largo de su trayectoria, desde la calle Pérez Galdós (Armas), pasando por Fermín Aranda, 2 (Medina), hasta los números 25 y 27 de la calle Cerrón. En la actualidad, su legado continúa visible al inicio de la calle Algarve.

Espejo decorado por Lepe y J. del Barco para bodegas Caballero.
Espejo decorado por Lepe y J. del Barco para bodegas Caballero.

Entre sus creativos más destacados figuran Justo Lara Garzón, conocido como 'Ponito', y Francisco Garrido, referentes de la publicidad jerezana.

Fachada de la papelería Jerez Gráfico, en calle Algarve.
Fachada de la papelería Jerez Gráfico, en calle Algarve.

La industria local también supo dotarse de infraestructura para la distribución y venta de sus productos. Muestra de ello fue la papelería Jerez Gráfico, propiedad de Francisco Salido de la Cal, situada entonces en la calle Antonio Vico, 27, hoy calle Algarve.

Bodegas

Entre las labores habituales que se llevaban a cabo en las bodegas del Marco hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, era el proceso de clarificación de los vinos, consiste en arrastrar al fondo de la bota las partículas en suspensión no deseadas, obteniendo un líquido más limpio.

La manera habitual para conseguirlo era utilizando clarificantes orgánicos, como la albumina fresca contenida en la clara de huevos.

Un método tradicional actualmente en desuso, aunque algunas bodegas artesanales, como Maestro Sierra,lo siguen aplicando.

Antigua bodega de calle Justicia destinada a viviendas.
Antigua bodega de calle Justicia destinada a viviendas.

Los operarios de bodegas procedían a separar las yemas de las claras de huevo en una jarra, 'varillándolas' con vigor con ramas de tomillo hasta llegar casi al punto de nieve.

El resultado se mezclaba con la cantidad de vino necesaria, jarreando su contenido de un recipiente a otro hasta conseguir una mezcla homogénea que se le añadiría al jerez.

Posiblemente, esa misma actividad se llevaría a cabo en la bodega que actualmente se derriba en la calle Justicia, en el número 12, para la construcción de un complejo de viviendas.

Terry editó su revista corporativa Malla Dorada.
Terry editó su revista corporativa Malla Dorada.

A partir de la década de 1960, las bodegas del Marco de Jerez emprendieron un profundo proceso de renovación, motivadas por la necesidad de fortalecer tanto la promoción de sus productos como su propia imagen. En este contexto, surgieron los primeros departamentos de Relaciones Públicas, que incorporaron a profesionales del sector o formaron a miembros del personal ya existente para afrontar los nuevos retos comunicativos. Una de las innovaciones más destacadas de este periodo fue la creación de revistas corporativas internas, concebidas como instrumentos de cohesión y diálogo dentro de las propias compañías. Un ejemplo emblemático lo constituye Malla Dorada, publicación impulsada por Bodegas Terry, cuyo primer número vio la luz en enero de 1964. En su artículo de presentación, la revista se definía como un “medio de comunicación colectiva de la empresa y medio de contacto entre sus componentes”, reflejando así el espíritu de modernidad que marcaba aquella etapa.

Homenaje al capataz José Gálvez Buzón.
Homenaje al capataz José Gálvez Buzón.

Homenajes

La expresión latina 'Labor improba omnia vincit', que se traduce como 'el trabajo constante siempre vence', procede de la célebre obra Geórgicas del poeta Virgilio. Este lema emblemático ha sido un faro para generaciones vinculadas al mundo del vino de Jerez, reflejando el esfuerzo y la dedicación que sustentan la tradición vitivinícola de la región.

Logotipo y lema de una bodega jerezana de principios del siglo XX.
Logotipo y lema de una bodega jerezana de principios del siglo XX.

Entre quienes llevaron esta consigna con orgullo se encuentran figuras esenciales en la historia de las bodegas jerezanas. José Gálvez Buzón, capataz en las bodegas González Byass; Santiago Reselle Perada, capataz general de viñas de esa misma firma; y Luis Pérez Solero, publicista creador de la figura del Tío Pepe y nombrado en 1949 Hijo Predilecto de Jerez, son solo algunos ejemplos de ese compromiso incansable.

Luis Pérez Solero junto a su familia, años `40.
Luis Pérez Solero junto a su familia, años `40.

También destacan Antonio Marín Pastor, tonelero reconocido por su trabajo con el jefe del Estado, y Juan Fuente Romero, capataz perpetuo de las bodegas Spínola, junto a Lorenzo Mesa, capataz de Sandeman, todos figuras esenciales que contribuyeron a consolidar la calidad y prestigio del vino de Jerez.

El capataz de bodegas Spínola, Juan Fuente Romero.
El capataz de bodegas Spínola, Juan Fuente Romero.

Desde Inglaterra, Julian Jeffs aportó una mirada fundamental con su obra 'Sherry', publicada inicialmente en 1961 y que ha conocido seis ediciones ampliadas y revisadas, la última en 2015. Este trabajo es considerado por expertos como el profesor Alberto Ramos una de las referencias indispensables para comprender no solo la elaboración del vino de Jerez, sino también su historia.Curiosamente, la traducción al castellano no llegó hasta 1992, con una edición a cargo del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. Desde entonces, esta versión no ha sido reeditada, a pesar de las aportaciones actualizadas del autor en las ediciones inglesas.

Mr. Julian Jeffs firma su bota en Williams & Humbert, 2014.
Mr. Julian Jeffs firma su bota en Williams & Humbert, 2014.

En definitiva, el espíritu que recoge Labor improba omnia vincit sigue vivo en cada copa de Jerez, recordándonos que detrás de cada sorbo hay un legado de esfuerzo, dedicación y pasión que ha trascendido generaciones y fronteras.

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