El inicio de la vendimia del jerez se retrasa hasta la segunda semana de agosto
El Consejo Regulador apunta a una maduración más tardía y muy desigual de la uva por las temperaturas suaves y la ausencia de vientos de levante de las últimas semanas
La principal preocupación ahora, tras la pérdida del 30% de la producción por el mildiu, es el riesgo de pudrición de la uva
Luz verde al proyecto de Macallan y Estévez en Jerez para la construcción de un complejo bodeguero en la antigua Azucarera de Guadalcacín
El Marco de Jerez baraja la segunda semana de agosto como fecha para el inicio de la vendimia, que llega este año con algo de retraso respecto a las campañas anteriores por la maduración más tardía de la uva a causa de las temperaturas relativamente suaves y la ausencia de vientos de levante en las últimas semanas.
La fecha concreta del arranque dentro de la semana del 11 al 18 de agosto dependerá de la posible aceleración de la maduración en caso de una mayor presencia de los vientos de levante, que por otra parte, contribuirían a reducir el riesgo de pudrición (botrytis), principal preocupación de los productores en una campaña marcada por la importante, aunque desigual, incidencia del mildiu en el viñedo.
Según la información facilitada por el Consejo Regulador de los vinos de Jerez y la manzanilla de Sanlúcar en el pleno del vino celebrado este martes, al retraso generalizado del estado fenológico de la uva se suma la estimación de una merma del 30% de la cosecha por el ataque de mildiu sin precedentes.
La maduración de la uva también está siendo muy desigual, por lo que ahora hace falta que sople el viento de levante para que los racimos que no se han echado a perder por el mildiu, que están “muy gordos y apretados” se suelten y evitar así que puedan reventar por efecto de la botrytis, explica César Saldaña, presidente del Consejo Regulador.
La misma superficie de viñedo y número de lagares
La institución jerezana del vino confirma que la superficie total inscrita de viñedo para la que se han emitido las guías de circulación hasta la fecha asciende 6.865 hectáreas, cifra similar a la de la pasada vendimia, mientras que habrá operativos más de treinta lagares, cifra también idéntica a la de 2024.
Tanto el operativo del Consejo del vino como los lagares que operarán en la vendimia ultiman en estos días los preparativos para el inicio de la actividad, que como es habitual, empezará con la elaboración de los ‘pies de cuba’ y con la molturación de la uva procedente de las viñas del interior una vez se alcance la graduación mínima —10,5º baumé— exigida en los pliegos de condiciones de las denominaciones de origen del Marco.
Refuerzo de los controles
El Consejo Regulador contará este año con cuatro inspectores más para el refuerzo de los controles tanto en campo como a pie de lagar a fin de garantizar la recogida de la uva dentro de los niveles de madurez reglamentarios, explica en un comunicado.
Además, los controles habituales que realizan los lagares de la graduación y del nivel sanitario de la uva servirán para que el Consejo lleve a cabo un ensayo de trazabilidad de los mostos, de manera que en futuras vendimias estos puedan igualmente ser objeto de calificación en tres categorías en base a su calidad con idea de revalorizarlos —la idea es que los productores cobren por calidad (más grado y menos glucónico) y no por kilos—.
Mucha lluvia
La presente campaña ha estado marcada por una pluviosidad muy superior, aunque bastante desigual dependiendo de la zona: entre 750 y hasta 900 litros por metro cuadrado en determinados pagos, frente a los 600 litros de media histórica. Las lluvias se concentraron en octubre y en marzo, aunque hubo un último episodio en mayo que impidió el acceso a algunas viñas para realizar los tratamientos preventivos contra el mildiu.
Precisamente, los altos niveles de humedad y las temperaturas relativamente suaves crearon las condiciones perfectas para la propagación de este hongo, que ha afectado de forma muy dispar a numerosos pagos de las denominaciones de origen del Marco de Jerez.
El Consejo Regulador recuerda, no obstante, que el mildiu afecta únicamente a la cantidad de cosecha, ya que seca los racimos afectados, pero carece de incidencia alguna sobre la calidad del resto de la producción de la planta.
La institución jerezana anima a los viticultores a no bajar la guardia en los próximos días, en los que habrá que estar muy atentos a la evolución de las condiciones meteorológicas, ya que “el menor número de racimos y la ausencia de vientos de levante presentan un cierto riesgo en el caso de racimos excesivamente prietos, que podrían dar lugar a episodios de botrytis”.
Temas relacionados
No hay comentarios