La ocupación hotelera de Semana Santa de este año superará en algo más de seis puntos a la de 2008, según los últimos datos de la patronal de hostelería de la provincia, Horeca. Las previsiones según su presidente, Antonio de María, son bastante halagüeñas pero son sólo eso, previsiones, a la espera de que se confirmen y de que se una a ellas el repunte de las reservas de última hora que están sobre todo pendientes de una cosa, el tiempo.

El año pasado la ocupación hotelera real alcanzó en la ciudad el 72,24%, pero las diferencias entre la Semana Santa de 2008 y la de este año son claras. La del año pasado fue a mediados de marzo y al final llovió algunos días, por eso se resintieron a última hora las reservas. De María confía en que si hace buen tiempo "los hoteles puedan colgar el cartel de completo. Hay gente que necesita ese respiro de unos pocos días para poder descansar, es una especie de terapia y por eso se piensa menos en la crisis", dice. Piensa, además, que estos datos pueden servir de referente para la temporada del verano, "porque mucha gente empieza a apalabrar lo que quiere hacer y visitar y piensa ya en cerrar reservas". En la provincia las previsiones para toda la Semana Santa son bastante optimistas, ya que están más de 12 puntos porcentuales por encima de la ocupación real del año pasado, cuando se llegó al 65,68%.

Por su parte, Antonio Real, presidente de la asociación de Hoteleros de la provincia, señaló ayer que "es el tiempo el que finalmente el que va a decidir. El año pasado la gente no sabía si irse a la playa o a la nieve, pero parece que en esta ocasión la cosa está más clara, por eso estamos muy contentos con las expectativas que se han creado". Real habló además de la "fidelidad de los clientes" que pasan los días de Semana Santa en la provincia, por eso "tras un invierno muy frío y de no hacer escapadas, estos días se quieren aprovechar haciendo alguna de ellas".