Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Kilómetro cero

Tomo prestado hoy el titular de la sección de mis queridos amigos Antonio Porro y Alejandro Daroca (Q.E.P.D.), corresponsales de este Diario en la capital del Reino que durante tantos años han mantenido viva a través de estas páginas la llama de Jerez en Madrid, como los amigos de la llamada Diáspora. Y es que llevamos semanas, meses, hablando del 'foro' y de sus elecciones autonómicas como si nos fuese la vida en ello al resto de los españoles. Y tal vez sea así. No se recuerda una cita autonómica madrileña ante las urnas como la del 4 de mayo, tan polarizada, tan relevante de cara a lo que pueda a suceder después en el conjunto del país y cuyos resultados tendrán tantas lecturas y consecuencias como territorios existen en España.

Porque, en efecto, por mucho que hayamos vivido y sufrido en la Cataluña del independentismo y de las batallas en las calles, al final, todo pasa por Madrid. Quien no lo entienda o quiera entender, es que vive en otro país. El mismo Madrid que hoy enciende la llama anti izquierda como el que la enciende anti derecha. Comunismo y fascismo le llaman. Una inquietante guerra política, muy interesada, que poco tiene que ver con la verdadera esencia del habitante, nativo o no, de la capital de España, hospitalario, tolerante, cosmopolita e integrador frente a los nacionalistas excluyentes y xenófobos que tanto daño han hecho y hacen con algunas complicidades por mantener el poder.

Parece claro que en las elecciones de Madrid del próximo martes se juega algo más que el control de una comunidad autónoma, que hasta ahora pasaba un tanto desapercibida. Estamos ante una especie de efecto dominó que nos llevará a partir del martes desde Chamberí y Galapagar hasta Andalucía y cualquier barrio de Jerez. Que afectará a todo el país.

Sí, todo pasa por Madrid. Hasta los contratos del Ayuntamiento, como hemos visto esta semana, que para hacer el diseño del futuro del Centro Tecnológico del Motor en Jerez ha escogido a una ex parlamentaria socialista de la Asamblea madrileña. De Madrid viene el pasado y la formación de algunas de las últimas dirigentes de la política jerezana, como la alcaldesa Mamen Sánchez, que estuvo quince años como diputada a la sombra de los actuales gobernantes, o como su predecesora María José García-Pelayo, que vio cómo desde la capital le enviaron el regalo envenenado de un contrato para Fitur que años después se descubriría llevaba la firma del caso Gürtel.

Todo pasa por Madrid. Somos, en buena parte, lo que allí ha pasado. Y seremos, a buen seguro, lo que de allí se derive en unos días. Madrid es el kilómetro cero, el punto de partida otra vez de lo que nos suceda a todos. Esperemos que, pase lo que pase el martes, no lleguen nunca hasta aquí los peores efectos de una campaña electoral agria, violenta y poco constructiva como la que hemos visto estos días. A buen seguro que de Madrid hay que copiar muchas cosas, pero el espectáculo que han dado algunos de sus políticos no debe traspasar nunca los oscuros sótanos de la Puerta del Sol.

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