Una primera teoría sobre el origen de la talla de la Virgen de la Merced de Jerez considera que corresponde a la época de la conquista castellana de la ciudad. Tras la ocupación, se decidió edificar un monasterio consagrado a la Orden de la Merced. Al parecer en el solar donde se edificaría el monasterio apareció la imagen de una virgen en el interior de un horno. Se pensó que la imagen aguardaba en aquel lugar desde antes de la ocupación musulmana, algo providencial, y desde entonces se convirtió en patrona de la ciudad.

Sin embargo, otras voces consideran que la talla está relacionada con la conquista de Algeciras en 1369 por los Benimerines, un pueblo procedente del norte de África. Por entonces, un soldado cristiano huyó de la ciudad con la talla de la Virgen de la Palma, para intentar ponerla a salvo, pero acabó en Jerez, donde decidió dejar la imagen en el monasterio de la Merced prometiendo que volvería por ella.  La imagen fue colocada de forma provisional en la sacristía del convento.

Con el tiempo, los monjes comenzaron a afirmar que por las noches, la imagen de la virgen emitía una serie de destellos. Este fenómeno fue entendido como un milagro y los monjes comenzaron a pensar que la imagen había llegado al monasterio gracias a la providencia. El soldado nunca regresó y la imagen pasó a ser considerada como la Virgen de la Merced y propició la construcción del actual templo.

Ambas teorías poseen una gran parte de leyenda como suele suceder con los hechos acontecidos en tiempos lejanos, de modo que resulta difícil, prácticamente imposible, saber lo que realmente ocurrió. No obstante, la versión más reiterada y aceptada corresponde a la segunda teoría, con lo cual, lo más probable es que la talla viniera de Algeciras y que debido al ataque de los benimerines acabase de alguna forma en Jerez para, posteriormente, pasar a ser considerada como la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad.

Patrona y virgen milagrosa

La Merced fue designada patrona de la ciudad tras un proceso largo y complejo. El patronato de la Merced se estableció en 1600. En esa fecha se atribuyó a la virgen el milagro de poner fin a una sequía tras una procesión. No se trataba de la primera vez, ni del único milagro de esta virgen. También se le asignaba la curación de una epidemia de peste en 1569 y la sanación de enfermos. Como agradecimiento, el Ayuntamiento la declaró patrona de la ciudad.

Cabe destacar que, la actual imagen se compone de dos partes: una talla en madera de la primera mitad del siglo XIV, de la cual hoy día sólo se contempla el rostro, un recubrimiento de plata posterior.