La polémica del Lunes Santo se cierra con una amonestación al presidente de la Unión de Hermandades

Ya hay decisión del obispo de Jerez, José Rico Pavés, sobre lo ocurrido el Lunes Santo en Jerez cuando la Hermandad de la Cena decidió salirse de carrera oficial y, por ende, no hacer estación de penitencia a la Catedral, al alegar que había riesgo de lluvia y acortar camino para regresar a San Marcos. El prelado, en una carta remitida en la tarde de este lunes a la Unión de Hermandades, ha decidido realizar una amonestación al presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero, al reprocharle que autorizara los cambios. Asimismo, hace un llamamiento a todas las cofradías a que eviten la "confrontación" y aireen sus diferencias públicamente resolviéndolas "en el ámbito discreto del diálogo personal".

En la mañana de este lunes, el prelado citó en el Palacio de Bertemati tanto al presidente de la Unión de Hermandades como al hermano mayor de la Cena, Manuel Muñoz Natera, para comunicar la decisión que se había adoptado respecto a la "investigación" que se inició por parte del Obispado tras lo ocurrido en la tarde noche del Lunes Santo. En el encuentro, según las fuentes consultadas, estuvieron presentes, además del obispo, otros altos cargos de la curia diocesana y en ella no se comunicó finalmente el veredicto. Este llegó horas más tarde mediante un escrito que se remitió a través de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías.

El obispo explica que esta decisión se ha demorado en el tiempo "para que la distancia temporal ayudara a serenar los ánimos y permitiera escuchar mejor a las partes afectadas". Ahora bien, el prelado apunta que "constatamos con tristeza que siguen los cruces de acusaciones, las amenazas y los anuncios de posibles denuncias y sanciones".

Por tanto, Bertemati señala que ha decidido amonestar "a título personal" al presidente de la Unión de Hermandades "para que decisiones como la tomada el Lunes Santo autorizando cambios a las hermandades que realizan estación de penitencia se tomen siempre en total sintonía y fluida comunicación con la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías". Mientras tanto, a las hermandades que se vieron "perjudicadas" —La Paz de Fátima acusó a la Cena de haberla frenado a su regreso por Tornería al recrearse en este punto y que provocó que acabara mojándose cuando se aproximaba a su templo para recogerse, aunque La Viga también lamentó el ritmo que llevó la cofradía radicada en San Marcos mientras estuvo en carrera oficial— les insta a que, "evitando toda confrontación, sigan trabajando con igual entrega tanto por su hermandad como por el bien común que todas las hermandades han de custodiar". En el escrito no se hace mención alguna del hermano mayor de la Cena.

En la misiva, el prelado asidonense vuelve a advertir de que continúa habiendo en las hermandades "dos prácticas" que califica de "verdaderos virus que dañan muy gravemente" la vida de estas corporaciones. Así hace mención de la "murmuración corrosiva y la judicialización de los enfrentamientos entre hermanos". Para ello, le reprocha que haya hermandades que recurren a algunos medios de comunicación para protagonizar un "enfrentamiento despiadado" y, a su juicio, "agrandando problemas que deberían solucionarse en el ámbito discreto del diálogo personal". Y por otro, reprocha que se recurra a la vía "judicial" cuando son hechos que "tendrían que resolverse en al acuerdo cordial entre miembros de la misma hermandad o de otras hermandades".

Por último, Rico Pavés insiste que, en su labor al frente de la Diócesis, sigue contando "con las cofradías y las hermandades" dado que consideran que estas corporaciones "pueden seguir ofreciendo a la tarea evangelizadora de la Iglesia". Para ello recuerda que en su primera homilía como prelado asidonense ya apuntó que contaba "especialmente con las cofradías y hermandades" puesto que "confío mucho en el poder evangelizador" que tienen.