Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Xerez CD

El sueño ya es realidad

  • Los azulinos encadenaron su quinto triunfo consecutivo en el Martínez Valero y se colocan a un pasito de Primera · El equipo realizó el encuentro que necesitaba y fue justo vencedor

Era un partido para ganar. Era un encuentro de esos que pueden marcar la historia de un equipo y el Xerez no desaprovechó la oportunidad. El sueño de ascenso ya es más que una realidad, está en el bote. El Deportivo, a falta de siete jornadas para el final de la Liga, asestó ayer en el Martínez Valero un golpe definitivo a la competición tras su importantísima victoria sobre el Elche.

Un golazo de Mario Bermejo, a los 66 minutos, selló una victoria que deja a las puertas de la gloria al cuadro azulino, que no realizó un partido lleno de exquisiteces pero sí tremendamente práctico e inteligente, como mandan los cánones del fútbol a estas alturas de Liga cuando hay tanto en juego.

Le costó abrir la lata porque los locales se armaron bien pero lo lograron gracias a su fe y al coraje de un ariete que por experiencia propia sabe que lo más grande para un futbolista profesional es jugar en Primera.

Los xerecistas saltaron al campo conociendo ya los resultados de todos los equipos implicados en su lucha, sabiendo que un triunfo les dejaba a las puertas de la gloria y una vez más superaron la presión y al rival, logrando cinco victorias consecutivas, algo sólo al alcance de los equipos que quieren ser campeones.

Y eso que los dos conjuntos comenzaron el encuentro algo relajados, quizás pensando que con el calor que hacía era mejor no desgastarse demasiado. Además, a los locales les venía bien no perder y a los azulinos, visto lo visto, tampoco le venía nada mal empatar, aunque sabían que lo suyo era vencer.

Así, ni Chema ni Caballero tuvieron demasiados problemas de inicio. El meta azulino sólo tuvo que salir de su área para despejar con los pies una internada de David Fuster y Caballero tuvo que meter puños para evitar que un saque de esquina envenenado de Abel terminara dándole más problemas de los deseados.

De todos modos, superados los primeros veinte minutos, los xerecistas apretaron y lograron botar dos saques de esquina seguidores que llevaron la zozobra a la grada.

El Elche lo intentó casi a la media hora en una jugada de estrategia pero David Fuster hizo lo más complicado, engañar a todo el mundo abriéndose un buen pasillo, y luego falló de forma estrepitosa en el disparo.

Esteban, sin Moreno, apostó de salida por Bergantiños, Abel y Luque en el centro del campo pero tuvo que cambiar pronto de fórmula. El centrocampista cordobés se tocó dos veces el aductor y el técnico le tuvo que cambiar. Viqueira, un lujo para el banquillo, ocupó su posición y algunas cosas empezaron a cambiar. El respeto que se le tiene al gallego en la categoría es tal que su sola presencia ya intimida.

De todos modos, con escasa historia terminó una primera parte táctica, con poco brillo y con escasas opciones para unos y otros, en la que el Elche respetó bastante al líder y en la que al líder sólo le faltó inspiración arriba para superar el planteamiento de Claudio.

El técnico valenciano lo basó casi todo en intentar aburrir a los deVigo para aprovechar una contra o el más mínimo despiste del Deportivo, algo complicado porque los xerecistas si bien no tuvieron demasiada mordiente, sí que taponaron perfectamente tanto la línea de creación ilicitana como las posibles internadas tanto de Santos como de David Fuster. Y eso sin contar que Aythami y Crespí pudieron con Miguel.

El primer aviso azulino en la segunda parte llegó a la hora de partido, con una buena opción para Bermejo, pero Caballero estuvo atento, seguro y rápido para evitar lo que hubiese sido el 0-1.

Fue el aviso de la que se le venía encima al buen cancerbero argentino. El ‘pistolero del área’ falla una vez pero nunca dos de forma consecutiva. A la segunda que tuvo clara, el ariete cántabro marcó un golazo impresionante, poniendo en ventaja a su equipo de forma justa. Era el premio a la constancia y al esfuerzo de toda la tarde. Además, contó con la ayuda de Bergantiños, que le vio perfectamente, y le mandó un balón de oro armando la contra. Iván Amaya se quedó en el suelo helado tras el recorte y a estas horas seguro que aún no se ha repuesto de la jugada.

Poco después, Mario Bermejo tuvo también en sus botas el 0-2 después de una bonita jugada individual, pero esta vez se encontró con un enemigo inesperado, el poste, que repelió su disparo cuando él ya se disponía a celebrar por todo lo alto la sentencia. Y la verdad es que lo merecía por su actuación.

De ahí al final, lo de siempre. El Xerez tiró de casta, experiencia y saber estar para amarrar tres puntos que no se le podía escapar de ninguna de las maneras ante un rival débil, muy débil, al que le pudo su ansiedad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios