La crítica · baile

Involución sonora

  • Ángel Muñoz rompe con los estereotipos en 'Claroscuro'.

Si por algo se ha caracterizado este Festival a lo largo de sus ya 21 años de historia, ha sido por arriesgar. Sus programadores nunca han tenido miedo a apostar por lo que otros no apostaron, y quizás por ello han conseguido romper las barreras que en otros sitios ni siquieran se planteban. Esta filosofía sigue vigente, y la prueba la expuso ayer Ángel Muñoz con ‘Claroscuro’, un espectáculo que estrenaba en el Villamarta.Partiendo del estudio de la oscuridad y sus grados de tonalidades, el cordobés daba así su segundo paso tras ‘Ángel, del blanco al negro’, exhibido en el mismo escenario en 2014, y cerraba el círculo con ‘Artomático: Electroflamenco’, que pudimos ver dentro del ciclo XX espacios que conmemoraba las dos décadas de Festival. Como consecuencia de este último surge ‘Claroscuro’, una idea atrevida y en muchos aspectos muy original, pero que nos traslada a un sinsentido hasta el punto de sacar al propio bailaor de su hábitat natural. En constante penumbra y con la iluminación provocando situaciones, la presencia de la música electrónica, a cargo de Daniel Muñoz, pasa a ser, durante gran parte del montaje, el epicentro de todo, desde el cantaor a la guitarra y hasta la percusión y las palmas. Es una banda sonora rutilante en medio de la oscuridad.Pasa pues que Ángel Muñoz pierde toda su identidad y sus excelentes dotes como bailaor, que ya ha demostrado con creces otras veces, se diluyen durante toda la obra. Sólo los tangos que protagoniza con la armónica de Diego Villegas, un músico superlativo porque sobresale con el saxo, la flauta o el clarinete, y varios destellos por soleá, posibilitan verle sin ese envoltorio, una circunstancia que el público supo ver y reconocer. Silencios eternos, ausencia de ritmo y negro, mucho negro, convierten ‘Claroscuro’ en un proyecto que desprende mucha información (principalmente sonora) pero que díficilmente se sabe canalizar. No se entiende nada, vamos. Ni siquiera Miguel Ortega se reconoce en muchas fases del espectáculo, aunque sí que es cierto que su aparición tocando la guitarra y cantando (algo que no es fácil) se agradece como esa brisa fresca en las noches de verano. Su aportación por soleá apolá estuvo impecable, e incluso levantó algún que otro olé. Sin embargo, fue un simple rasgueo de la sonanta la que provocó una reactivación total del patio de butacas. Se echaba en falta la magia del flamenco, el sonido más tradicional, y eso, llevado al baile de Ángel Muñoz es más que necesario.

Baile'Claroscuro'

Baile: Ángel Muñoz. Cante y guitarra: Miguel Ortega. Saxo, clarinete, flauta y armónica: Diego Villegas. Música electrónica en vivo, samplers y secuenciadores: Artomático. Coreografía: Ángel Muñoz. Dirección artística: Daniel Muñoz. Composición musical y arreglos: Artomático, Diego Villegas y Miguel Ortega. Iluminación: AntonioValiente. Sonido: Chipi Cacheda. Producción: Ángel Muñoz y Daniel Muñoz. Día: 6 de marzo. Lugar: Teatro Villamarta. Aforo: Tres cuartos de entrada.

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