Hemos empezado a olvidar las causas complejas de los genocidios del siglo XX.

La ciudad gigante no es más que un gigante excremento acumulado de miseria y parque temático.

Si pudiera tener una democracia, movería hilos y procuraría que la economía produjera beneficios, para mí.

Oigo a ese vicepresidente de Castilla y León, hablando como recién salido de un confesionario con Maciel.

La nueva propuesta educativa pende de un profesorado que quizá ni sepa ni le interese lo que reza.

El aislamiento de Rusia prueba que la política puede gastar billones de euros antes que millones de muertos.

La predicción se alterará no por error, sino porque no es posible, los hechos funcionan en bucles.

¿Prohibir el Mundial de Fútbol a Rusia y celebrarlo en Qatar? ¿Cabe cinismo mayor?.

No hay cosa más deplorable que un político demagogo, base de la pudrición de la democracia.