Hace ya más de 30 años comenzaba su andadura la Asociación Provincial de Familiares de Personas con Trastorno del Espectro Autista 'Autismo Cádiz'. No todo el mundo tenía entonces conocimiento sobre esta alteración que afecta a la comunicación, a la imaginación y reciprocidad emocional. Podría decirse que el autismo era un gran desconocido. En estas tres décadas se ha avanzado y mucho aunque queda todavía camino por recorrer, admite el director de Servicios a la Infancia y a la Adolescencia de 'Autismo Cádiz', Salvador Repeto Gutiérrez. "En ese aspecto hemos mejorado. Cuando se habla de autismo la gente tiene ya una cierta idea pero no tiene tan claro cómo tratar a la persona autista. Pasa incluso con profesionales como los médicos a los que tenemos que darles unas pautas porque precisamente en el trato es donde puede haber problemas. Entre las personas autistas más mayores hay algunas que incluso no van al médico porque en su día tuvieron una mala experiencia". Conmemoraciones como la del pasado sábado, Día Mundial de Autismo, sirven a las asociaciones de familiares para llamar la atención y concienciar sobre las personas que sufren este tipo de trastornos, más frecuentes de lo que pudiera pensarse. De hecho, los últimos estudios apuntan a que afectan a uno de cada 150 nacidos y son cuatro veces más frecuentes en niños que en niñas. Además muchas veces el autismo aparece acompañado por una discapacidad intelectual importante.

En ésta como en otras muchas patologías, el papel de las asociaciones es insustituible. 'Autismo Cádiz', una entidad que se enorgullece de ser referente en Andalucía, tiene en la provincia 250 familias asociadas, de las que unas 60 son de Jerez. Ofrece servicios como el diagnóstico diferencial, el de atención temprana, con muy buenos resultados, ya que se empieza a trabajar con los niños desde los dos o tres años y también atiende a personas adultas. Su sede principal está en Puerto Real, donde existe un centro de recursos con una unidad de estancia diurna y una residencia permanente para 14 personas, pero además hay delegaciones en Cádiz, Jerez y desde fechas más recientes en Los Barrios. Buena muestra del crecimiento que ha ido teniendo la asociación está en nuestra ciudad. La asociación se encuentra en la calle Arquitecto Hernández Rubio, detrás de la clínica Asisa y es también en la zona Sur donde se levanta ya, a falta de los últimos flecos, el edificio que albergará un centro de recursos con cuatro viviendas para seis personas cada una, una unidad de estancia diurna y la sede de los servicios de la infancia y la adolescencia, principalmente el diagnóstico diferencial y la atención temprana, que se mantiene hasta los 12 años con un equipo de sicólogos y logopedas. Además se cuenta con un nuevo servicio para adolescentes entre 12 y 18 años, en el que los profesionales acuden a las casas y colegios para trabajar con los chavales en su propio entorno, con el fin de ayudarles en la adquisición de habilidades sociales. En total la asociación atiende en la provincia a unos 200 chicos y sus familias.

A diferencia de otras entidades, 'Autismo Cádiz' no tiene centros educativos propios pero, según mantiene Repeto, la colaboración con la Administración es intensa con el fin de que estos niños con necesidades especiales cuenten con los recursos y apoyos precisos. "La Administración debe prestar estos servicios y en la junta directiva estamos siempre muy vigilantes. Tenemos una buena relación con Educación".

Los primeros síntomas del autismo aparecen generalmente entre los 18 y los 30 primeros meses de vida. Según la asociación, las principales señales de alerta en edad temprana son la ausencia de uso social y comunicativo de la mirada y los gestos faciales y corporales, pérdida del lenguaje adquirido, intereses y actividades repetitivos, uso inadecuado de objetos y juguetes y escaso interés por las relaciones sociales con otros niños. Repeto explica que la complicación de los trastornos del espectro autista en relación con otras discapacidades es que "no hay un diagnóstico mediante pruebas físicas como un análisis o una radiografía, tiene que ser un diagnóstico clínico y depende mucho de la experiencia de quien lo realiza". Con los 30 años de trabajo acumulado como aval, el servicio de diagnóstico diferencial de la asociación es muy demandado, y en muchos casos son los propios pediatras los que derivan a las familias a esta entidad. "Nosotros orientamos siempre hacia la atención temprana. Hemos apostado por ella porque lo estamos viendo: chicos con trastorno de aparente gravedad, cuando funciona bien nuestro trabajo, el de la familia y el de los colegios, la evolución es muy buena". En este sentido, desde la asociación afirman que el tratamiento más ampliamente aceptado por la comunidad científica es el psicoeducativo especializado. "El uso de los apoyos adecuados a cada caso facilita de manera importante tanto el desarrollo personal como la integración social de estas personas".