Mundial de MotoGP
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GP de Jerez | Entrevista con Emilio Alzamora
Aunque se mantiene en su peso (59 kilos), cada día que pasa ve engordar la fama. Marc Márquez es el hombre del momento, despierta pasiones en los cinco continentes y, con sólo 26 años de edad, ha sido encumbrado ya como un gran ídolo planetario del motociclismo. Pero, ¿quién fue el primero en fijarse en él, antes de ser tan famoso? Sin lugar a dudas, el 'descubrimiento' de este mito viviente hay que atribuírselo a Emilio Alzamora (Lérida, 1973), que tras ganar el título mundial de 125cc en 1999, ha dedicado su vida a dar oportunidades a quienes lo merecían. Por descontado, no hay voz más autorizada que la suya para hablar del pentacampeón de MotoGP al que con tanto acierto representa.
–No sabemos si está todo dicho o escrito sobre Marc Márquez. Usted, como buen mentor suyo que es, lo describió de forma brillante al considerarlo “un regalo que genera felicidad a su alrededor con la manera que tiene de entender las carreras” ¿Qué más se puede decir de él, o bastaría la palabra ‘único’ para definirlo?
–Por su forma de ser y de entender las carreras, considero que Marc es único. Será el tiempo quien dirá lo único que ha sido para el mundo del motociclismo. La clave va a estar en que siga siendo él mismo, disfrutando de su pasión y de lo que más le gusta hacer, que es pilotar y competir.
–Otra inmejorable frase suya calificaba al talento “como la raíz de todo. Luego viene el trabajo, el sacrificio y, también, las ganas de aprender, la predisposición a escuchar”, ¿es así como Márquez se ha convertido en el mejor piloto del mundo?
–Como bien dice Marc, ser el mejor piloto del mundo es algo que debes demostrar cada año. Cuando el Mundial se inicia en Qatar, se parte desde cero y él está mentalizado con ese objetivo, es algo que tiene en su ADN, porque para convertirte en el mejor al final del campeonato debes competir contra 20 pilotos que son buenísimos. La mentalidad que Márquez tiene es parte fundamental de su éxito, siendo siempre competitivo y mantenido esa humildad que le caracteriza, pues tiene mucho respeto por todos sus rivales. Lo que a Marc le ha diferenciado en sus primeras etapas de formación, ha sido precisamente esa capacidad de sacrificio y superación, que de hecho sigue manteniendo en todo momento. Eso es lo que le hace ser tan grande y tener los títulos que ya tiene, porque sabe escuchar y ser humilde reconociendo algún error cuando se lo indica el team mánager, o el jefe de mecánicos, o la gente que más le quiere.
–Muchas cosas han sucedido y para bien desde aquel 17 de junio de 2007 en que Marc Márquez disputaba el Campeonato de España y logró en Jerez la primera victoria de su brillante trayectoria deportiva. Tras estos 11 años transcurridos acumula ya siete títulos mundiales (cinco de ellos en MotoGP), 71 triunfos (45 en MotoGP), 118 podios, 81 ‘poles’ y 61 vueltas rápidas en carrera. ¿Se imaginaba algo así cuando usted apostó por él?
–Siendo sincero, no me esperaba todo lo que Marc ha logrado. Pero sí es cierto que desde el principio, pese a lo jovencito que era, me sorprendió mucho que destacaba por una gran madurez y predisposición para ser un piloto profesional. Sabía que tendría un gran futuro y de que sería campeón del mundo, yo estaba ciegamente convencido, pero de ahí a conseguir todo lo que ya tiene en la actualidad, pues no lo hubiera pensado nunca. Todo esto empezó como un juego y por una pasión enorme, viendo cómo un piloto iba quemando etapas sin cometer muchos errores y llegando lo más rápido posible a alcanzar sus objetivos. Al final, los resultados están hablando por él.
–¿Se enorgullece más por lo que ha conseguido con Marc que por su título de campeón mundial de 125cc?
–Creo que son momentos diferentes de una vida. Debo reconocer que he tenido la suerte de ser piloto profesional y de conseguir el éxito con aquel título de 1999 que tanta ilusión nos hizo a todos después de 10 años de sequía española en el Campeonato del Mundo. Fue algo inolvidable y compartido además con el de Crivillé en 500. De este modo, los españoles volvimos a estar allí, al pie del cañón y viviendo grandes momentos. Sin lugar a dudas, no puedo negar que he tenido muchas más alegrías estando al lado de la carrera deportiva de Marc, que por mis éxitos como piloto. Los disfruto con la misma pasión.
–¿Cómo fue su descubrimiento de Marc Márquez? ¿Quizá lo primero que le llamó la atención fueron su madurez y habilidades? ¿Qué vio en él?
–Cuando fundamos la Monlau Repsol School, nuestro ADN siempre fue el de formar mecánicos e ingenieros, para que se incorporaran a equipos de competición y éstos a su vez ayudasen a los pilotos que mostraban maneras. En el caso de Marc, lo que destacó de él cuando lo conocí fue su impactante madurez. Era un chico de 12 años, que parecía tener 25 cuando hablabas con él. Lo tenía todo muy claro y afloraba su enorme pasión; se le veía un gran talento en pista y cómo buscaba el límite por aquel entonces que era muy chiquitín y debía ir muy lastrado por el reglamento de aquella época. A todo ello se unía también una familia humilde que sabía dejarse aconsejar. Eso fue lo que me atrajo poderosamente la atención en un principio.
–¿Qué palabras del diccionario definen mejor a Marc Márquez?
–Talento, humildad, sacrificio. Son un conjunto de palabras las que permiten definir a un deportista que se sale de la media. Esos tres valores principales, unidos a su virtuosa capacidad para formar equipo, son los que hacen posible la grandeza deportiva de Marc. A todo ello, él une también otras cualidades fundamentales para el deporte del motociclismo, como son el afán de superación y la valentía, especialmente esta última le permite hacer las cosas excepcionales que hace.
–¿Qué tiene Márquez que les falta a Dovizioso, Rossi, Lorenzo o Viñales?
–Yo siempre digo que cada piloto es un mundo, pues todos tienen pros y contras, pero en el cómputo final, Marc es superior por una serie de conceptos que ya hemos enumerado. No sólo es una cuestión de talento, detrás hay otras muchas cosas, como el sacrificio, o saber trabajar en equipo, sin olvidar tampoco ese punto de humildad que hay que tener cuando eres un gran campeón como Marc. Y también debes perseguir la suerte, porque ella nunca viene sola. Él va a buscarla, siempre la persigue. Para ello sólo hay un camino, que es estar al cien por cien, centrado en todo momento, dando el máximo con esa pasión que hay que poner en este deporte y en todo lo que hagas en la vida. Así es como Marc se diferencia del resto.
–¿Cree que Rossi no se retira porque espera que Marc falle? ¿Cómo superaron los desplantes del italiano?
–Yo no creo que Valentino haya renunciado a retirarse porque esté esperando a que Marc falle. Si sigue compitiendo es porque le apasiona y porque es competitivo. Sinceramente, no creo que él esté pensando en Marc, pues hay muchos más pilotos en el Campeonato. Lo que sí creo es que Rossi es un gran deportista. Lo está demostrando, pues a su edad es muy competitivo y eso dice mucho de un piloto que ha aportado y aporta mucho al Mundial de Motociclismo. Marc es un piloto de una nueva generación que Rossi se ha encontrado por el camino y han tenido sus más y sus menos. La competición es así, al final sólo cabe uno y Marc es un piloto que da el máximo en la pista ante experiencias que sería mejor no pasarlas.
–¿Lo hemos visto todo de Marc Márquez?
–Yo creo que Marc es joven y todavía tiene una larga carrera deportiva por delante. Si no le afectan las lesiones y todo lo que conllevan para un piloto de MotoGP, pienso que aún nos queda mucho que disfrutar con él de grandes carreras como las que nos ha deparado hasta ahora, e intentaremos ayudarle para que así sea.
–¿Cuándo salva caídas poniendo codos y rodillas, usted cómo se lo explica?
–La explicación que puede tener esa forma de salvar caídas que tiene Marc es que cuenta con un gran talento y lo trabaja mucho. Su afición al ‘off road’ y los entrenamientos que hace de ‘dirt track’, motocross o ‘flat track’, junto con su enorme habilidad, le permiten llegar a unos límites que quizá sus rivales no alcanzan para lograr, entre otras cosas, salvar caídas. Pienso que es algo innato, él mismo dice que no es una cosa que busque, simplemente intenta evitar de caerse y lo consigue.
–Observando su estilo, ¿usted lo compara a veces con Doohan, Gardner, o Spencer? ¿Hay algún piloto que se asemeje a Márquez, o cree que toda comparación es odiosa?
–Pienso que cada piloto es diferente, más aún si corresponden a épocas distintas. No es muy adecuado compararlos, porque cada piloto tiene su estilo y vive un periodo concreto en la historia de este deporte. En su época concreta y con la forma que tiene de ser, Marc está marcando tendencia y ejerce liderazgo claro en su categoría.
–¿Sufre mucho viendo correr a Marc Márquez? ¿Cuántos kilos pierde por carrera sólo con verlo?
–No solo yo, todas las personas que estamos al lado de Marc siempre sufrimos, porque queremos que salgan bien las cosas. Como cualquier mánager que lleva a un deportista, he vivido muy desde dentro este mundo y además he sido piloto, por lo que sé muy bien, quizá más que otros, los riesgos que conlleva este deporte y por tanto sufro mucho.
–¿Cuál es el consejo que más le repite a Marc? ¿Alguna vez le ha reñido?
–El consejo que le doy a Marc es que no cambie, que siga siendo él mismo. En este sentido, debo reconocer que siempre nos lo está lo demostrando. Con Marc tengo una gran relación y cuando le digo lo que pienso no le estoy riñendo. A un piloto como él, con lo que ha ganado, no cabe reñir, lo suyo es asesorar o dar tu punto de vista y, con lo que le explico, él ya saca sus conclusiones, tanto de mí como de su jefe de mecánicos y de todos los que le queremos.
–¿Evitar tantos accidentes es la asignatura pendiente?
–Las caídas son también una consecuencia del tipo de montura o de la competitividad de la moto. Pero no te caes gratuitamente, sino porque buscas más el límite que otros pilotos con la misma moto.
–¿Márquez ha supuesto una revolución para MotoGP?
–Marc ha marcado una tendencia y un estilo. Es algo que afirman también los que más saben en el paddock y aquellos que llevan muchos más años que yo en el Mundial. Lo pone de manifiesto con su forma de pilotar y de utilizar el codo. Igual que otros pilotos aportaron poner la rodilla en el suelo, Marc ha marcado un estilo de pilotaje y unos límites en la categoría de MotoGP. Quizá otra generación de pilotos lo haga de otra forma, pero él ha establecido su propia tendencia.
–¿Qué fue lo primero que pensó cuando le dijeron que Lorenzo sería compañero de Marc?
–Como asesor que soy de Marc, comparto con él que debe tener lo mejor dentro del box y cuando estás con una compañía como Honda, es lógico que quieras estar con los mejores pilotos del mundo.
–Viéndole superar situaciones imposibles, parece que se adelanta a los acontecimientos ¿Marc ha perfeccionado su pilotaje o es su estilo el que evoluciona? ¿Pilota por instinto? ¿son sus increíbles reflejos los que mandan?
–En moto se pilota por instinto. La capacidad de anticipación y de reacción que tiene Marc son algunos de sus puntos fuertes. En carreras con condiciones difíciles o mixtas, de agua y seco a la vez, es ahí donde él tiene algo más que los demás y, cómo no, por su capacidad de buscar permanentemente el límite.
–Ingenieros y hasta sus propios rivales afirman que Márquez gana sin tener la mejor moto. ¿Está la Honda a su altura?
–Es muy difícil ganar un Campeonato del Mundo sin tener, no la mejor moto, sino el mejor conjunto, tanto de piloto como de equipo. Hay una serie de carreras y circunstancias que debes gestionar y eso es lo que te hará ganar el título mundial. Con una moto que no es competitiva es muy difícil ser campeón y creo que Marc ha contado con un paquete que le ha permitido sacar el máximo partido a lo que tenía.
–Hemos visto a pilotos ganar títulos mundiales con motos muy superiores a las de sus rivales. Si ese hubiese sido el caso de Marc, ¿nos habríamos perdido sus encantos?
–Quizás sí. Tener una moto competitiva es lo mejor, porque sufrir es algo que no le gusta a ningún piloto. Cuando tienes temporadas que sabes sufrir en los inicios con una moto no muy competitiva y al final haces que vaya bien, eso te curte y da un bagaje que es muy enriquecedor para el futuro. Y es ahí donde hemos visto precisamente la genialidad que tiene Marc y a una fábrica como Honda que, poniendo al máximo al equipo técnico en los momentos difíciles, ha sido capaz de remontar y poner la moto a punto a lo largo del año.
–¿Si por Marc fuera habría carreras todo el año?
–No lo sé, habría que preguntárselo a él. Las motos le gustan, pero al final el calendario y todos los compromisos tienen un límite.
–¿El futuro de Márquez pasa por otra marca que no sea Honda? Se habla que Ducati le quiere a partir de 2021 y también que KTM ha mostrado su interés. En general, todos se lo rifan, ¿Es difícil ser mánager de un piloto tan cotizado o un gran honor?
–Ser mánager de un piloto como Marc Márquez es una gran responsabilidad, pues debes buscar lo mejor para él deportivamente. Con sus 26 años es todavía muy joven y hay que intentar tener las mejores herramientas para él, permitiéndole que tenga la mejor moto y el mejor equipo. El futuro pasa por el día a a día, por intentar conseguir el objetivo de este 2019 que con Marc y Honda no es otro que revalidar el título de campeones de MotoGP. Ese es el futuro, más allá es muy pronto para pensarlo.
–¿La meta de Márquez es superar los 15 títulos mundiales de Agostini?
–La meta de Marc es disfrutar encima de la moto, no le obsesionan los récords ni los títulos. Lo que más le gusta es pilotar, competir y sobre todo los domingos de carreras. A partir de ahí, yo creo que ya ha conseguido mucho, los éxitos y títulos que vengan de más, pues bien venidos sean.
–¿Hay relevo posible para un genio como Marc Márquez, o quizá sea irrepetible?
–Seguro que vendrá otro piloto que será competitivo y hará cosas diferentes. Hay que intentar dar siempre el máximo porque seguro que vendrán nuevos rivales y serán muy fuertes.
–¿Tiene usted un nuevo descubrimiento a la vista?
–Estoy representando a Marc y Álex Márquez y dentro del proyecto de la escuela Monlau Repsol y el Team Estrella Galicia siempre damos apoyo a jóvenes talentos. Hay pilotos jóvenes que son muy buenos, pero todavía es pronto para decir nombres, no es el momento y sería meterles una presión innecesaria.
–Usted tiene hijos, ¿alguno de ellos le ha dicho, “papá, enséñame lo mismo que a Marc”?
–Tengo dos hijos y a uno de ellos le gustan también las motos, porque lógicamente lo vive en casa. Cuando llegan los fines de semana que no hay carreras me toca ir con él a hacer ‘supermotard’ o motocross. Tiene once años y disfruta mucho, aunque es pequeñito aún, pero sí que me pregunta por Marc habitualmente, es lógico que pregunte por él…
(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.
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