El máximo goleador del Deportivo no pudo culminar la temporada con ese gol que hubiese dado los tres puntos a su equipo al tiempo que le hubiese acercado a la permanencia. El delantero cántabro, como siempre, se despachó con un partido enorme, trabajando en defensa y en ataque, pero en las ocasiones que tuvo se topó con el buen hacer de Roberto.

Sus doce goles, no obstante, han servido en la mayoría de los casos para sacar muchos partidos adelante, un dato que la afición así se lo quiso reconocer al término del encuentro y pese al descenso.

El punta, al igual que el resto de compañeros, tardó bastantes minutos en asentarse sobre la cancha. Los centrales de Osasuna, sabedores del peligro del delantero xerecista, le siguieron de cerca desde el primer minuto y no escatimaron en emplearse con dureza en los primeros instantes para tratar de frenar sus acercamientos a portería.

Tanto es así que el primer lanzamiento entre los tres palos del goleador azulino no llegó hasta el minuto diez de la primera parte, en un centro desde la izquierda de Carlos Calvo que Bermejo remató flojo a las manos del meta Roberto.

Pero sin lugar a dudas, la mejor oportunidad que generó el delantero cántabro en todo el encuentro llegó antes de la media hora. En esta ocasión la asistencia llegó nuevamente desde la banda izquierda. Armenteros superó a su par y soltó un centro medido que Bermejo cabeceó. Otra vez Roberto resultó decisivo con una intervención provindencial, tanto en el primer remate como en el segundo.

A partir de ahí, el ariete gozó de escaso protagonismo, en parte por la imprecisión del juego de su equipo y en parte por el buen trabajo defensivo de Osasuna, pues tanto Josetxo como Miguel Flaño sometieron al xerecista a un férreo marcaje.

En la segunda mitad, el máximo artillero mantuvo la misma intensidad. Siempre pidió el balón en la frontal, aunque en la mayoría de las veces se le vio demasiado solo arriba, sin ayudas del resto de compañeros.

A pesar de todo, también dispuso de llegadas para haber perforado la meta de Roberto. Su lanzamiento más significativo llegaría a falta de quince minutos para el final del encuentro cuando dentro del área se revolvió bien sobre su par, pero su disparo lo taponó bien Josetxo, perfecto en el marcaje del cántabro durante todo el encuentro.

En los últimos instantes, aunque no participó demasiado en el juego ofensivo, sí que estuvo a punto de mandar a la red alguno de los balones que merodearon la portería de Roberto, primero un centro de Orellana al que no llegó por poco y posteriormente otro de Armenteros desde la izquierda.