Dolorosa y abultada derrota del Xerez DFC en su estreno en Segunda RFEF en Chapín. Los de Pérez Herrera comenzaron ganando al Córdoba, pero luego no pudieron frenar el vendaval visitante en la segunda parte. Los de Germán Crespo se impusieron por 1-5, demostraron su calidad y presentaron sus credenciales al ascenso. Los azulinos aguantaron el tipo la primera media hora, pero luego les costó y cometieron errores atrás que les costaron muy caros. Mucho margen de mejora.

El primer once de Pérez Herrera se ajustó a lo esperado salvo en defensa. En su línea de apuesta y confianza plena en la cantera, Hugo ocupó el lateral derecho que debe ser de Marcelo Villaça cuando se recupere de su lesión de rodilla. Oca y Álex Cruz ocuparon el centro de la zaga y pegado al costado izquierdo salió Ocaña. 

Con Camacho indiscutible en la portería, Curro Rivelott y Raúl Palma ocuparon la medular, con Bello más adelantado por dentro. Para Jacobo y Brando fueron las bandas y para Máyor la punta de lanza.

Germán Crespo, con menos bajas de las esperadas, se decantó por Felipe Ramos en portería, una defensa integrada José Ruiz, José Cruz, José Alonso y Ekaitz Jiménez, con Arranz y Álex Bernal en la sala de máquinas, De las Cuevas en la mediapunta, Simo y Luismi en las bandas y Willy arriba.

El encuentro arrancó eléctrico, con intensidad y dos equipos dispuestos a tener el balón e imponer sus criterios de juego. En el primer minuto, Ocaña sacó un centro de De las Cuevas antes de que lo rematase Willy, que ya estaba listo, y en el tres, Máyor, a la media vuelta, mandó alto un tiro fuera por muy poco.

Los azulinos celebran el gol de Antonio Bello.

Gol tempranero

El primer tanto de los azulinos en Segunda RFEF no se hizo esperar. Bello adelantó al equipo xerecista con un auténtico golazo. Brando se anticipó en una mala cesión de Simo, se la entregó al capitán azulino y colocó con maestría con la derecha el balón en la escuadra lejos del alcance de Felipe Ramos.

La grada rugió a lo grande. El gol lo merecía y el arranque del equipo, también. El Córdoba se veía sorprendido por un cuadro azulino seguro y con fe, pero, poco a poco, se fue estirando y buscando el portal de Camacho. 

Primero Oca tapó un tiro de Simo y luego un centro de Álex Bernal lo mandó a saque de esquina Hugo cuando De las Cuevas se encontraba listo para poner las tablas en el marcador. El Córdoba no perdonó en el 28'. Simo, de los más destacados del choque, encaró desde la izquierda, buscó a Willy en la derecha, el punta la puso con la cabeza y De las Cuevas demostró su calidad. Paró el balón con el pecho y con un giro perfecto superó de volea a Camacho. 1-1 y todo por decidir.

A partir de ese momento, a los xerecistas les costó más generar. El rival comenzaba a mostrar su buen nivel y tenía más el balón, pero no generaba demasiadas acciones de peligro. A la media hora, Bello probó fortuna y se encontró con la defensa cordobesa y De las Cuevas tampoco acertó en dos ocasiones. Con empate y todo por decidir se marcharon los dos equipos a vestuarios.

Jacobo prostesta desde el suelo una falta al colegiado ante los jugadores visitante

Segundo acto, distinto guión

El segundo tiempo arrancó con un cambio en las filas azulinas. Hugo, lateral al que le generó muchos problemas Simo, se quedó en la caseta y salió en su lugar Castillo. El Córdoba entró con una velocidad más y De las Cuevas siguió realizando diabluras.

Un centro del atacante se estrelló en las manos Ocaña, el árbitro no dudó en señalar penalti y el propio De las Cuevas se encargó de transformarlo para darle la vuelta al marcador (53'). El golpe fue importante. 1-2.

Sólo nueve minuto después, la sentencia y también de pena máxima. Castillo sólo duró en el campo un cuarto de hora. Vio la roja directa por dar una patada dentro del área a Simo ya superado. De las Cuevas anotó el 1-3 desde el punto de penalti.

Con todos los esquemas rotos, ya no hubo partido y sí cambios en los dos conjuntos. Los visitantes jugaron a placer y fueron aumentado su cuenta cada vez que apretaban el acelerador. 

En el minuto 71', Javi Flores, que acababa de entrar, casi hace el cuarto en una acción en la que los locales reclamaron falta sobre Raúl Palma. Su vaselina se le marchó desviada ante Camacho.

El cuarto sí que lo anotó Willy. El delantero remató un centro de Puga, Camacho lo rechazó y ya no pudo evitar el segundo remate del atacante visitante (76'). En pleno desconcierto azulino, el quinto. Casas aprovechó una mala cesión de Oca a Camacho para cerrar el marcador con una manita. Decepción mayúscula.