Jerez

Un documento data en 1414 el nacimiento del Mayor Dolor

  • La investigadora Silvia Pérez halla un legajo en el Archivo Municipal que desvela que la hermandad cumpliría 600 años en 2014

Era sábado y corrían dies días de febrero año del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de mill e quatrocientos y catorse años, cuando el jerezano Juan Ruiz de Bustos decidía mandar a la Conffradia de Señor Sant Bartolomé que es su vocaçión en la yglesia de Sant Saluador, diezmaravedíes porquel dicho señor sant Bartolomé sea rogador a Dios por mi ánima. No sabía este buen señor que con este gesto, que quedó por escrito, estaba poniendo fecha también al nacimiento de la -en su nombre completo- Primitiva y Hospitalaria Hermandad del Apóstol Señor San Bartolomé y Venerable Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora del Mayor Dolor en el Paso del Ecce-Homo.

Así lo asegura la directora del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo Olavide, Silvia María Pérez González, que ayer ofreció una conferencia en el Obispado sobre 'Las cofradías jerezanas de la Baja Edad Media y los orígenes de la Semana Santa', dentro de los actos del 525 aniversario de la recepción canónica del Mayor Dolor. Sin embargo, según este legajo descubierto por la investigadora en el Archivo Municipal, la entidad cumpliría en 2014 600 años "de existencia documental". Sin embargo, según Pérez, las recepciones canónicas no existían en la Edad Media, "aunque San Bartolomé fecha la suya en 1488. Su recepción debe ser posterior a Trento, concilio que marca un antes y un después en la Iglesia". Se deduce entonces que Mayor Dolor, nacida con posterioridad, asume la antigüedad de San Bartolomé al 'fusionarse' ambas. La estudiosa recuerda que las cofradías nacían cuando un grupo de personas decidían serlo, "no hay que juzgar con ojos del presente el pasado. Ahora hay que cumplir unas reglas, ser aprobada por el Obispado... En la Edad Media las cofradías empiezan a funcionar, sobre todo, dedicadas a la caridad y con una advocación a determinada iglesia, Aunque esta iglesia sería poco visitada ya que la mayoría de las actividades se van a celebrar en el hospital que todas las cofradías tienen. No tenían ni sede canónica, ni capilla, ni tan siquiera, muchas de ellas, imágenes".

Un descubrimiento que Silvia Pérez hace tras la lectura de miles de documentos para sus numerosas investigaciones. "Puede que haya documentación anterior a 1414 en el Obispado, que no está publicada, pero en el Archivo Municipal, no", asegura. Uno de estos estudios es la conferencia que ofreció ayer en la que habla de cofradías jerezanas y su gobierno, como la integrada sólo por mujeres, Santa María de las Candelas Amarillas, con una función social "muy importante", desaparecida por la reducción de finales del siglo XVI, eliminada a favor de otras más grandes. También se centró en cómo se mantienen económicamente los hospitales de las cofradías -que no se encuentra en documentación eclesiástica-, que eran dueñas de bienes inmuebles y tierras. "Recurren a sistemas de préstamo que eran las 'compras de rentas', ya que el préstamo a interés estaba prohibido porque la Iglesia lo consideraba usura, algo que se enmascara con esa 'compra de renta'". También habló de la actividad benéfico-asistencial de la cofradía, "ya que la gran preocupación de la gente de la época era el entierro y la salvación del alma".

Respecto a los orígenes de la Semana Santa, comentó que se mueve a partir de dos elementos: "el derramamiento de sangre, ya que las primeras procesiones tienen como objetivo la flagelación; y derramar sangre al igual que Cristo derramó sangre por nosotros en la cruz para salvarnos". De esta forma, explicó cómo se elaboraba y organizaba la devoción a la sangre de Cristo, y cómo se va cambiando el concepto de cruz hasta ser cruz pasional, "ya que en los primeros siglos la cruz era un elemento de devoción que no gustaba a los cristianos, así que se concede como cruz victoriosa donde Cristo vence a la muerte para salvarnos. De ahí la representación de Cristos románicos y góticos que no sufren, porque esa cruz es Dios, no el hombre". Después, San Francisco "reivindicará la naturaleza humana de Cristo y se pasará entonces a tener una visión de cruz pasional. Ya surgirán entonces las primeras hermandades de Vera Cruz y Sangre procesionando". Desde entonces se harán interpretaciones de la sangre de Cristo como la de Juan de Olivi, que defendía que Cristo derramó sangre antes de su muerte, así que fue derramada por el hombre no por Dios, "algo que genera un enfrentamiento con los dominicos, que dicen que la sangre se derramó cuando estaba muerto, así que no hay elementos humanos". La discusión llegó a tal nivel que el papa Pío II intentó prohibir cualquier discusión por la sangre, pero al subir al pontificado fray Francisco della Rovere, autor del tratado De sanguine Christi, se convierte en el gran defensor del culto a la sangre. Una discusión que se llevó al pueblo a través del arte. "Quizás todo esto -añade Pérez- sea muy conocido hoy en día, pero lo que realmente se debería saber mejor es por qué y para qué surgieron las cofradías, cuando muchas de ellas dedican todo su esfuerzo a la salida procesional, cuando no nacieron para eso, surgieron para practicar la caridad".

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