Jerez

Mascarillas a quien llegue con tos

  • Crónica de una mañana en las Urgencias del hospital de Jerez

Tan sólo había que entrar ayer en Urgencias para percatarse de que algo se salía de lo normal. La joven enfermera que realiza el triaje de las personas enfermas, la encargada de valorar la urgencia que necesita su atención, recibía a los usuarios protegiéndose la boca con una mascarilla. En sus manos, unos guantes azules de látex volvían a dejar claro que algo no iba bien.

El hospital de Jerez -paradigma de cerrazón informativa en perfecta sintonía con los esquemas de un SAS que necesita tres muertos sobre la mesa para salir a dar unas mínimas explicaciones a la ciudadanía- ofrecía una imagen tranquila hasta que los periodistas, alertados por la exclusiva de este medio de comunicación, comenzaron a llenar los alrededores con cámaras fotográficas y de vídeo. Los casos de gripe A que se han llevado tres vidas por delante (entre ellas las de dos personas jóvenes y sin patologías previas) llevaron a los periodistas al hospital. Lo que hizo el SAS fue colocar en la puerta un vigilante de seguridad con cara de pocos amigos. Un número de teléfono de los servicios de prensa en Cádiz fue lo único que se facilitó en la secretaría de Dirección mientras las cajas de mascarillas se iban vaciando a pasos agigantados. Menos mal que al final habló el jefe de Salud Pública...

Mientras tanto, por la puerta de las Urgencias se dejaban ver de vez en cuando trabajadores del hospital, ya fueran enfermeros o celadores, que habían decidido poner remedio a una posible infección y tan sólo se retiraban la máscarillas de la boca cuando salían al aire libre, en la vigilada puerta del departamento de Urgencias.

"A cualquier persona que venga tosiendo, que haya padecido o padezca fiebre, lo primero que hacemos es colocarle una mascarilla para minimizar el riesgo de infección en caso de que haya contraído la gripe". Ésta es una de las pocas frases que este medio pudo extraer de unas Urgencias que antes del mediodía de ayer ya tenían copados todos los asientos de la sala de espera. Entre los pacientes (jamás hubo nombre mejor puesto) se contabilizan hasta siete personas con mascarillas. Apenas unos minutos más tarde, y visto el nivel de reparto de esta medida de protección, la cifra se duplica.

Las pocas explicaciones que se pueden encontrar en el hospital se hallan en los sindicatos médicos y de enfermería, donde se reconoce que el brote de gripe de este año es especialmente virulento, más fuerte de lo habitual... La preocupación, aunque nadie lo reconozca abiertamente, está latente. Se palpa. No tendría otra explicación por tanto que los sindicatos hayan solicitado de forma urgente que se reúna el Comité de Seguridad y Salud para conocer, a la perfección, tanto el alcance de un brote de una enfermedad vírica que mantiene hospitalizadas a diez personas en Jerez, seis de ellas en las instalaciones de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). "Queremos saber -apunta a este medio Elena Maraver, una de las delegadas del Satse en el hospital- qué es lo que se está haciendo al respecto, si se está dando la información necesaria". El referido comité se reúne de forma trimestral o cuando alguna urgencia, como es el caso, lo hace necesario.

Las dudas no sólo alcanzan a los medios de información sino que incluso a los propios profesionales de la Sanidad Pública. Tanto es así que ayer mismo desconocían si "el compañero de ambulancias fallecido con apenas 34 años resultó contagiado en su ejercicio profesional o en su vida personal". El desafortunado joven está casado al parecer con una sanitaria y trabajaba para un servicio privado de ambulancias de la localidad serrana de Ubrique.

Los sindicatos están especialmente atentos a que llos cuidados a los enfermos sean los adecuados "y si hay que incrementar la ratio de enfermeros por paciente que se haga de inmediato". Poco más o menos, vinieron a decir que los recortes que acomete la Junta no tendrían razón de ser en caso de que los actuales casos de gripe A se dispararan y llegara el momento de hablar de epidemia.

Cada cual se toma esta situación de riesgo como entiende. Los más avezados en estos casos son, sin duda, los miembros de Urgencias, de la UCI y los profesionales del servicio de emergencias 061. Algunos de estos últimos contactados por este medio de comunicación evitan dar sus nombres para evitar problemas con la férrea y omnipotente burocracia del SAS. Aseguran que en caso de que deban atender a un enfermo con síntomas gripales "lo que hacemos es colocarnos las mascarillas y poco más. Estamos acostumbrados", aseguran, recordando que las ocasiones en las que han llegado a colocarse las gafas de protección "han sido mínimos, algo que solemos hacer cuando algún enfermo contagioso (por ejemplo los enfermos de Sida) se dedica a escupirnos a los sanitarios".

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