Crisis del coronavirus | La desescalada en Jerez

"El lunes de las peluquerías"

  • En su primer día de reapertura, se han llenado de clientes aprovechando que es un sector acostumbrado a trabajar con cita previa

  • El comercio retoma su actividad de manera desigual, aunque espera remontar a partir de la siguiente fase de la desescalada

“Me he levantado hasta nerviosa; llegué pronto a la peluquería y a las nueve menos cuarto ya tenía a mi primera clienta en la puerta esperando”. De esta manera, Ana comenzó la jornada en la que ha podido reabrir su peluquería, situada en la calle Caribe (junto a Merca 80) tras 50 días de parón forzado.

Con enormes ganas, Pablo Jiménez también abrió su establecimiento que desde hace más de tres años tiene en la avenida de Arcos. Ya sabe que tiene la agenda de esta semana prácticamente cubierta. "No he parado en toda la mañana”, asegura.

Este lunes ha sido, sin duda, “el día de las peluquerías”, tal y como lo define la presidenta de la asociación de comerciantes Acoje, Nela García. Este momento primigenio del proceso de desescalada, la llamada fase cero, permite la reapertura de los establecimientos y locales comerciales que tuvieron que echar el cierre forzoso tras decretarse el estado de alarma por la pandemia del coronavirus.

Aunque ya se avanzó algo en días anteriores, las normas para este periodo no se conocieron hasta la tarde del domingo cuando se publicaron en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Así, en un sector tan variopinto como el comercial no ha habido un reinicio uniforme. Hay quien no había parado su actividad ya que seguía atendiendo pedidos de manera online. Pero también los hay que han empezado a aplicar la cita previa y han empezado a comunicárselo a sus clientes; mientras también hay quienes van a aprovechar esta semana para readaptar sus negocios de cara a la siguiente fase de la desescalada.

Por lo tanto, las peluquerías y centros de estética, habituadas a trabajar con el sistema cita previa, han tenido bastante facilidad para adaptarse a este requisito fijado en la fase cero. Solo necesitaban cumplir con las normas de seguridad establecidas —uso de equipos de protección y de productos para la desinfección de instrumentos, fundamentalmente— para abrir a primera hora y retomar la atención a sus clientes.

La propietaria de la peluquería Anaval, en la calle Caribe, explicaba a este medio que ha realizado un esfuerzo muy importante para cumplir con las normas de higiene establecidas para este negocio. Afirma que fue “previsora” no ya durante estas últimas semanas sino antes de que estallara la pandemia. “Antes que empezara esto yo ya compré algunas cosas porque lo veía venir; algunas clientas me dijeron que era un poco exagerada, pero yo tenía claro que esto iba a ocurrir”, comenta.

Pablo Jiménez, por su parte, lo explica de igual manera: “Yo soy una persona muy viva así que he ido comprando materiales como guantes, mascarillas o batas desechables poco a poco por lo que no he tenido problemas para abrir mi negocio”. Reconoce que no ha parado en toda la jornada de recibir clientes y que tiene la agenda de la semana “cubierta al 90%”.

La norma publicada en el BOE establece que los establecimientos pueden atender a clientes (uno por cada trabajador) con cita previa guardando la distancia mínima de seguridad de dos metros cuando se encuentren en el interior. Pero, en el caso de las peluquerías, es imposible cumplir con ello por las propias características de la actividad, de ahí que se obligue en estos casos a usar las medidas de protección. Por el momento, dentro del local solo puede estar la persona que está siendo atendida. Mientras, las empresas especializadas están distribuyendo el material de protección necesario con más o menos fluidez, pero sí es cierto que tienen “una lista de espera larga”, según apuntan estos profesionales.

El comercio, a la espera del 11 de mayo

Mientras, el sector comercial inició la desescalada este lunes sin tanta actividad como los negocios vinculados a la belleza, tal y como reconocen algunas de las asociaciones de comerciantes de la ciudad. Aunque el sector comercial es variopinto, el sistema de cita previa no está extendido en buena parte de este tipo de negocios, de ahí que muchos aún no hayan podido incorporarse aún a la desescalada. Nela García comenta: “Ha habido mucha incertidumbre al principio porque hasta la tarde del domingo no se conocieron las medidas obligatorias; por lo tanto, estos días van servir para que el comercio pueda irse preparando para el día 11”. 

Un responsable de la tienda Descansolandia adaptando el negocio a las nuevas medidas higiénico-sanitarias. Un responsable de la tienda Descansolandia adaptando el negocio a las nuevas medidas higiénico-sanitarias.

Un responsable de la tienda Descansolandia adaptando el negocio a las nuevas medidas higiénico-sanitarias. / Manuel Aranda

Está claro que la mirada del sector está puesta en la próxima semana, fecha fijada para el Gobierno central para el paso a una nueva fase de la desescalada donde los pequeños comercios podrán abrir sus puertas con aforos limitados y cumpliendo las distancias de seguridad, así como permitir a la hostelería la apertura de terrazas con el 50% de las mesas habituales. Ahora bien, hasta los próximos días no se sabrá si la provincia gaditana cumple con los parámetros establecidos por el Gobierno para entrar en la fase uno.

En esta misma línea, Manuel García, en representación de la asociación de comerciantes Asunico, incide en que el comercio empezará a notar la desescalada una vez se permita mayor movilidad a los clientes. “El público tendrá que ir poco a poco tomando confianza a salir”, señala.

De este modo, los dueños de establecimientos siguen afanándose en contar con los equipos de protección necesarios para poder desarrollar su actividad. Desde Acoje se asegura que ya se están consiguiendo hidrogeles, guantes y mascarillas con algo más de facilidad que en semanas anteriores, aunque los comercios también están adquiriendo otro tipo de dispositivos más sofisticados como cañones de ozono para incrementar la seguridad y la higiene. Un ejemplo es la peluquería de Pablo Jiménez que ha adquirido un termómetro láser para tomar la temperatura a los clientes. En cuanto a otros tipos de medidas de protección, como la instalación de mamparas, Asunico apunta que ya hay una amplia oferta en el mercado. “Ahora mismo hay 40 que te ofrecen de todo tipo”, comenta Manuel García en tono relajado.

En el sector textil, mientras tanto, se están centrando los esfuerzos en adoptar medidas para garantizar la desinfección de prendas que estén expuestas al público ya que la norma obliga a retirarlas y lavarlas una vez probadas por el cliente. Lámparas ultravioletas o planchas a vapores se están demostrando como los métodos más efectivos para lograr este objetivo.

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